"La avenida Middelharnis"
Meindert Hobbema.
Sí, es mi obra preferida
entre toda su pintura...
Un cielo, de azul diáfano,
transparente y luminoso,
interrumpido por unas nubes,
en absoluto amenazadoras...
Horizonte bajo,
al que se superponen,
en perpendicular,
esas dos filas de árboles,
que,
a pesar de su altura,
nos transmiten
cierta sensación de fragilidad...
El paseante,
da la medida en la composición...
Hobbema,
utiliza el recurso de la perspectiva,
en este caso,
la perspectiva frontal o central,
para acentuar la lejanía...
Si tomamos una pequeña regla,
y partimos desde el personaje,
yendo a las copas de los arboles,
o a los extremos de la avenida,
donde el cuadro se interrumpe,
veremos que todas las líneas
confluyen en el paseante,
o parten de él...
Salvo las horizontales,
claro está...
Al situar el punto de vista tan bajo,
concede más importancia al cielo,
que a la superficie del camino
y de los campos...
La serenidad que irradia esta obra,
nos habla del un tiempo ya ido,
de una época
irremisiblemente perdida,
que hace
que nos llenemos de nostalgia...
Crónica de un tiempo lejano,
cuya narración
no se basa en palabras,
sino en colores y formas...
A fin de cuentas,
eso es la pintura...
Y Meindert Hobbema,
debió de comprenderlo así...
(Archivo: cuevadelcoco).
entre toda su pintura...
Un cielo, de azul diáfano,
transparente y luminoso,
interrumpido por unas nubes,
en absoluto amenazadoras...
Horizonte bajo,
al que se superponen,
en perpendicular,
esas dos filas de árboles,
que,
a pesar de su altura,
nos transmiten
cierta sensación de fragilidad...
El paseante,
da la medida en la composición...
Hobbema,
utiliza el recurso de la perspectiva,
en este caso,
la perspectiva frontal o central,
para acentuar la lejanía...
Si tomamos una pequeña regla,
y partimos desde el personaje,
yendo a las copas de los arboles,
o a los extremos de la avenida,
donde el cuadro se interrumpe,
veremos que todas las líneas
confluyen en el paseante,
o parten de él...
Salvo las horizontales,
claro está...
Al situar el punto de vista tan bajo,
concede más importancia al cielo,
que a la superficie del camino
y de los campos...
La serenidad que irradia esta obra,
nos habla del un tiempo ya ido,
de una época
irremisiblemente perdida,
que hace
que nos llenemos de nostalgia...
Crónica de un tiempo lejano,
cuya narración
no se basa en palabras,
sino en colores y formas...
A fin de cuentas,
eso es la pintura...
Y Meindert Hobbema,
debió de comprenderlo así...
(Archivo: cuevadelcoco).
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