Amanece y me despierta,
-encanto del desencanto- ,
un grave y plomizo manto
de fragilidad tan cierta
como la muerte del día.
Aunque mi pena tenía
motivos para llorar,
orgullosamente erguido
todo quedó en el olvido.
Tristeza de bajamar.
(Archivo: cuevadelcoco,.
Imagen: "Marea baja en Grandcamp",
de George Seurat.
Texto: De "Arte Menor").
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