¡Buenos días, D. Arturo!
Pues mire usted, como quien no quiere la cosa,
mañana entramos en el invierno...
¿Usted también...?
Lo digo, porque como el invierno
entra en todo el territorio nacional...,
no vaya a ser que este hecho astronómico
hiera su sensibilidad soberanista,
y decida que no,
que para Cataluña y los catalanes,
no hay invierno...
La Revolución Francesa,
cambió el nombre de los meses,
y todo por llevar la contraria
al régimen monárquico...
Claro, que, no me extraña nada,
porque nuestros vecinos
de la otra vertiente pirenaica,
estaban hasta allí de sus reyes,
nobles y señoritos afines...
Y tenían toda la razón para hacerlo...
Pero usted, y el Gobierno de la Generalidad
que preside,
creo que no...,
porque siempre han sido unos privilegiados,
han hecho de su capa un sayo,
aun en tiempos que me abstengo de mentar,
y han chupado,
chupan,
y seguirán chupando de las ubres del estado,
(...he dicho ubres, no ubre...),
mientras haya algo que afanar...
Hablan ustedes del odio a Cataluña...
¡Hombre...!
¡No hay que ser tan extremistas...!
España no odia a Cataluña,
simplemente,
se le han hinchado las narices al país,
de ver cómo,
entre col y col de soberanismo,
independencia y referéndum,
continúan tendiendo la mano,
¡las dos manos!,
al estado,
para que suelte la mosca...
No es odio, no...
Yo diría que es un sentimiento de fastidio,
de que sean ustedes,
y ya que hablo de moscas,
como el díptero ese
que tiende a posarse
en los atributos viriles,
y que es cargante a tope...
Lo suyo, sí que es odio,
inquina,
mala intención
y peor uva, hacia el resto del país...
Se quejarán de que sus productos no se venden
en el mercado nacional...
¿Qué se creía usted...?
Nos han lanzado una pelota
con ánimo de darnos entre ceja y ceja,
y..., además de no atinar,
se la hemos de vuelto...
¡Y espere...!
Pero, vamos..., que deseo continuar...
Sr. Más, como político,
yo no estoy muy seguro de sus capacidades,
pero reconozco que es usted
un engatusador de primera...
Y en el arte de nadar y guardar la ropa,
su maestría es innegable...
Aparece en los informativos,
donde no dice nada,
o apenas dice nada,
y, con su sonrisilla conejil,
capea todas las situaciones...
De momento, se ha toreado y bien toreado,
a sus posibles "socios",
que no me explico cómo lo aguantan...
Y todavía más...
Ha conseguido algo muy valioso.
¡Tiempo!
Además de unos presupuestos...
Ha conseguido tiempo para seguir
haciendo de las suyas,
para continuar metiendo a su autonomía
en nuevos líos y tejemanejes...
¡Ostras, Sr. Mas!
¿Cómo lo hace...?
Y mientras,
usted,
agarradito al cargo
con uñas y dientes...
!Si usted es capaz de hacer
que Cristóbal Colón
señale a la Luna,
si conviene a sus propios intereses...!
A un día del invierno...
Y no me atrevo a desearle
una feliz Navidad,
no sea que esta conmemoración,
universal y entrañable,
que ablanda a los más duros corazones,
la tomen ustedes
como otro símbolo de opresión estatal,
o, la tergiversen,
y digan que el evento
aconteció a las afueras de Villanueva y Geltrú.
Con todo,
le deseo un buen día,
que lo cortés...
(Archivo: cuevadelcoco).
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