El brasero,
con su rejilla,
sobre un soporte de madera,
con la badila para avivar el picón...
O, bajo la mesa camilla,
donde se hacía la tertulia familiar,
se jugaba al parchís o al guiñote,
y, hasta hacíamos allí los deberes escolares...
Tenían su punto de peligro,
ya que, si no se ventilaba de tanto en tanto...
Se sustituyeron luego por los braseros eléctricos...
Pero ya no era lo mismo...
En el brasero de picón,
o de cisco,
como también se decía,
(...puede que de ahí venga la expresión
"estoy hecho cisco...")
podían asarse castañas,
patatas, manzanas,
membrillos,
y todo lo que estuviera crudo...
¡Hasta se asaban chuletas...!
¡Ah, y sobre la rejilla,
esa ropa que nunca terminaba de secar...!
¡Hasta los pañales de los niños...!
Hoy, los braseros,
son un elemento decorativo...
Y las mesas camillas,
con sus faldas y el mantel protector...
En ocasiones,
se cubría todo con un cristal,
de más fácil limpieza...
Aún se siguen usando...
Pero, también han derivado
a llenar un rincón,
colocando encima jarrones
y todo tipo de cachivaches...
Sin embargo,
son reflejo de un tiempo más amable,
más familiar...
(Archivo: cuevadelcoco).
1 comentario:
Las tardes de invierno, las tardes de las tres "B": Bota, Brasero y Baraja.
Grandes recuerdos
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