Sin saber por qué... he recordado un viejo álbum.
Sobre los personajes de aquellos dibujos animados que contemplábamos cada tarde, y que, de alguna manera, casi formaban parte de la familia.
Los Picapiedra, Tiro Loco y Pepe Trueno, Huckleberry Hound...
¡Y el inefable oso Yogui...!
Un día, alguien traía unos cromos al colegio, que pasaban de mano en mano.
Al día siguiente, todos los coleccionábamos.
Los cromos, venían en sobres cerrados, y se compraban en puestos de chucherías, en la pequeña tienda donde tenían de todo lo relacionado con nuestro mundo infantil, o en alguna librería...
Luego, llegaba la hora de hacer campaña para conseguir el album...
Éramos ya estudiantes de aquel bachiller de siete largos años..., pero seguíamos siendo niños.
Los sobres de cromos, dicho sea de paso, tenían su misterio...
Al abrirlos, podíamos encontrar los mismos de siempre, ¡oh, desilusión...!
O aquellos que llenaban unos huecos en el álbum, y que nos proporcionaban una íntima alegría...
Con los "repes", es decir, los repetidos, comenzaba una imparable actividad de trueque a nivel colegial...
Había cromos "malditos", que no salían nunca, y que, en ese segundo comercio, a la hora del recreo, alcanzaban altos niveles de cotización.
¡Hasta cuarenta de los repetidos, o más, exigía el afortunado poseedor de alguno de los inalcanzables!
Y, cuando se conseguían, ¡con qué cuidado los guardábamos, a salvo de posibles "mangantes"!
Que los había...
En casa nos predicaban, inútilmente, por cierto, sobre la pérdida de tiempo, la proximidad de los exámenes finales, y el inevitable "...como suspendas, ya sabes a dónde irán a parar el álbum y los cromos..."
Porque no hay felicidad completa.
Pero podía más nuestra pasión de pequeños coleccionistas...
Y, a pesar de las amenazas, proseguía la compra y el cambalache...
Y la corta sesión de dibujos animados, al volver del colegio...
Un mundo distante y distinto.
Nuestro pequeño mundo de niños de principios de los años sesenta.
(Imagen: "Los Picapiedra").
No hay comentarios:
Publicar un comentario