La "teoría del desdoblamiento", tiene tres autores representativos...
Existen algunos más, por supuesto, pero Robert Louis Stevenson, Oscar Wilde e Italo Calvino, son mis preferidos.
Robert Louis Stevenson, autor de "El Dr. Jekyll y Mr. Hyde", desarrolla la historia de un científico, que, mediante una fórmula de su invención, ocasiona un desdoblamiento de personalidad, no sólo en lo psíquico sino también en el aspecto físico. El Dr. Jekyll, lucha por liberarse del cruel y sin sentimientos Mr. Hyde.
Quizás todos tengamos una parte salvaje, ese "otro yo", que pugna por salir, la bestia que habita en el interior de todo ser humano.
En ocasiones, los medios informatvos nos dan cuenta de algún "monstruo", que secuestra, tortura, e incluso asesina. ¿Es la bestia, que ha conseguido liberarse y dominar al hombre...?
No lo sabemos...
Oscar Wilde, no precisa de ninguna fórmula secreta.
Se basa en un deseo, el que formula Dorian Gray, para ser eternamente joven...
El joven Dorian, llega a un inconcebible estado de depravación, y quien carga con las consecuencias es su retrato, ese retrato que guarda celosamente en lo más recóndito del desván de su magnífica mansión.
Un día, el hombre prevalecerá sobre la bestia, y rasgará el montruoso retrato, que no es sino el reflejo de su alma, ocasionando su fin.
Es, puede que lo sea, el más inteligente caso de "desdoblamiento", producido por la mente genial de Oscar Wilde.
Quien retrata la sociedad victoriana de manera descarnada, incluso cruel, poniendo de manifiesto toda su hipocresía y falta de humanidad, de moral y de virtud.
Italo Calvino, en "El vizconde demediado", breve pero delicioso libro, recurre a una bala de cañón, que divide en dos al infeliz vizconde, de forma simétrica. Es una fábula plena de humor,
pero que incide en la eterna temática. Una parte del conde, es el hombre bueno. La otra, nuevamente la bestia. El relato termina con la vuelta a la normalidad, en el momento en que ambas partes se unen, poniendo fin a la anormal situación.
Cabe preguntarse, si todos estamos divididos en mayor o menor medida...
La ciencia habla de bipolaridad... Por decir algo...
Pero, ¿no tendrán razón, tanto Stevenson, como Wilde y Calvino...?
¡Quién sabe...!
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