El mito del hombre-lobo ha sido llevado al cine en multitud de ocasiones. Con más o menos acierto, con más o menos éxito, tanto de crítica como de taquilla... (Este último, a fin de cuentas, es el más importante... La vida es así...)
Hombres-lobo para todos los gustos... Incluso en clave de humor...
Pero si hay una película dirigida y realizada con inteligencia, con una buena fotografía, un excelente guión y unos actores que dan la talla plenamente, es "Lobo", dirigida por Mike Nichols, y protagonizada por Jack Nicholson y Michelle Pfeiffer, de 1994.
Jack Nicholson, que protagoniza al editor-jefe de una gran editorial, es mordido por un...¿lobo...?,
cuando regresa de un viaje, y pronto se da cuenta de que posee una serie de cualidades, más propias de un animal que de un ser humano, al tiempo que se ve rejuvenecido y lleno de vitalidad.
Michelle Pfeiffer, en su papel de rica heredera, caprichosa, mimada, impertinente, pero bellísima,
será quien comparta las desdichas de Nicholson-lobo, y su lucha por liberarse de la bestia que se ha apoderado de él.
Nuevamente, el desdoblamiento, pero en una temática que se remonta a los orígenes de la humanidad.
Un hombre, relativamente gris, dedicado a su trabajo y a su mujer, de pronto, se ve arrastrado por un destino que cambia su vida radicalmente. Está por ecima de los demás, de una forma terrible, eso sí, pero por encima.
No quiere hacer daño, y sufre porque no lo consigue.
Sólo la presencia de la Pfeiffer hará que su nueva condición se mitigue un tanto...
Pero ella también se desdoblará...
Increíblemente, esta película no ha tenido "segundas partes", acaso porque es imposible lograr una continuidad digna, y a la misma cota de calidad...
De alguna manera, al contemplar este film de 1994, todos nos hemos sentido identificados con su protagonista... Como dice uno de los personajes: "-Me estoy muriendo... Pero prefiero seguir vivo aunque me convierta en lobo..."
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