Ayer llovió, una lluvia que parecía querer lavar las sombras del año que terminaba...
Llovió, y era una lluvia grata...,amigable...
La lluvia siempre es bien recibida...
Brillaban las calles y en ellas se reflejaban las luces de la ciudad, en un momento próximo al crepúsculo...
Respiré con alivio...
Las gotas de la lluvia se deslizaban por los cristales...
Y, aunque nadie me escuchaba en ese momento, dije, casi con timidez: ¡FELIZ AÑO NUEVO!
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