No estoy seguro de si los políticos, y la clase política en general, sirven para algo.
Y menos ahora, que tal como están las cosas, da la impresión, de que, más que impulsar el país, lo frenan, le ponen zancadillas, y hacen todo lo posible para que la salida de la recesión sea más lenta.
Igual da el color, es indiferente...
Quizás una buena solución fuera la de desembarcarlos en la isla de Cabrera, y dejar que se devoraran unos a otros.
Al menos, no devorarían el país...
jueves, 10 de diciembre de 2009
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