Día 37. 20 de abril de 2020.
Jugamos al parchís...?
Cuánto tiempo hace,
que no juego una partida...
detrás de otra...!
En las tardes de invierno,
esos domingos oscuros y lluviosos,
o con una buena nevada,
nada mejor que un juego de mesa...
Alguien sacaba el tablero,
con su doble función:
Parchís y Oca.
Los cubiletes,
las fichas y los dados.
Una dosis de suerte,
otra de esteategia,
y ojo atento a los despistes...
Los ajenos y los propios...
Así, hasta la hora de cenar...
Y la oca, tan divertido!
"De oca a oca,
y tiro porque me toca".
"De dados a dados,
y tiro porque son cuadrados".
"De puente a puente,
y tiro porque me lleva la corriente".
"Del laberinto al treinta".
Si caías en la cárcel,
tres veces sin tirar.
Y del pozo,
no se salía hasta que caía otro incauto.
Ay, el que caía en la calavera,
vuelta a comenzar la partida...!
Otros tiempos eran...!
Ni móviles,
ni maquinitas come cocos.
Y así pasaba el otoño,
el invierno,
y una parte de la primavera...
(Archivo: cuevadelcoco).
Cuánto tiempo hace,
que no juego una partida...
detrás de otra...!
En las tardes de invierno,
esos domingos oscuros y lluviosos,
o con una buena nevada,
nada mejor que un juego de mesa...
Alguien sacaba el tablero,
con su doble función:
Parchís y Oca.
Los cubiletes,
las fichas y los dados.
Una dosis de suerte,
otra de esteategia,
y ojo atento a los despistes...
Los ajenos y los propios...
Así, hasta la hora de cenar...
Y la oca, tan divertido!
"De oca a oca,
y tiro porque me toca".
"De dados a dados,
y tiro porque son cuadrados".
"De puente a puente,
y tiro porque me lleva la corriente".
"Del laberinto al treinta".
Si caías en la cárcel,
tres veces sin tirar.
Y del pozo,
no se salía hasta que caía otro incauto.
Ay, el que caía en la calavera,
vuelta a comenzar la partida...!
Otros tiempos eran...!
Ni móviles,
ni maquinitas come cocos.
Y así pasaba el otoño,
el invierno,
y una parte de la primavera...
(Archivo: cuevadelcoco).
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