viernes, 17 de abril de 2020

Desierto urbano. (Diario de una cuarentena). 33









Día 33. 16 de abril, 2020.



He estado mirando libros por las estanterías.

La verdad es que hace tiempo 
que deseaba poner un poco de orden.

Pero los libros no son objetos.

No se componen sólo de cubiertas
y hojas de papel impresas.

Forman parte de nuestra historia,
y, al tomar uno de ellos,
aunque sea al azar,
vuelcan sobre nosotros
una carga de recuerdos.

El día que nos encontramos con él.

Fue en una librería.

O regalo de un amigo.

En Navidad, en un cumpleaños.

Entonces, sentimos que el tiempo se contrae.

O se desdobla.

Nunca se sabe.

Y vuelve aquella tarde de verano,
sentado en un banco de la avenida,
leyendo y contemplando el valle,

Una tarde de agosto.

El sol se acercaba a los montes, en el oeste.

Me gustaba ese libro.

Comencé a pensar en volver,
cuando las luces del ocaso
comenzaban a desvanecerse.

Y me he olvidado de esa intención de poner orden.

Porque, si cada uno 
de los habitantes de las estanterías,
estaba dispuesto a llevarme a días pasados,
podría resultar agotador.

Sí, los libros no son objetos.














(Archivo: cuevadelcoco.
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