Cartel de la película "Lobo",
protagonizada por Jack Nicholson
y Michelle Pfeiffer.
Dirigida por Mike Nichols.
Yo no sé, ni me importa demasiado,
si "Lobo" es o no es la mejor película
sobre un tema basado en la licantropía.
La verdad, me sigue gustando,
y descubro en ella aspectos inquietantes.
Nicholson, después de ser mordido por un "lobo",
comienza a experimentar visibles cambios
que afectan a todos sus sentidos.
Se siente rejuvenecido, recupera y aumenta
sus capacidades auditiva y olfativa,
y su visión se agudiza.
Decide visitar a un anciano profesor,
en busca de una explicación lógica,
si ello es posible.
Y el profesor, durante la conversación,
le pide que le muerda.
La razón reside en que está enfermo
y no tiene demasiada vida por delante.
Prefiere convertirte en un "loup garou",
según el término francés,
antes que partir de este mundo.
Una forma de inmortalidad,
a costa de un terrible compromiso.
El anciano profesor, argumenta que el hombre,
hace sólo entre quince y veinte mil años
que abandonó la selva...
Y que, lo que allí sucedía,
nos es completamente desconocido.
Además, desvincula al hombre lobo
de cualquier matiz de maldito o demoníaco...
Todos tenemos a la muerte.
El profesor, pretende esquivarla,
sin importarle el precio que ha de pagar,
ni tampoco de sus consecuencias.
Tenemos todos algo de animal dentro de nosotros,
algo de salvaje y primitivo,
que en momentos insospechados puede manifestarse.
A veces, no es necesario ser "mordidos"...
Una decepción, una injusticia,
un amor traicionado,
una amistad que ha dejado de serlo,
y que nos ha abierto dolorosa herida,
son motivos para despertar
a la "bestia" que vive en nosotros...
Aunque...puede que despierte sin motivo alguno...
Ay, la inmortalidad!
Eterna quimera, anhelada y deseada
por todo el género humano...!
Quimera...?
Quién sabe...!
(Archivo: cuevadelcoco).
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