El Guerrero Victorioso,
el Gran Hombre, el Genial Estratega,
admirado, venerado y casi adorado,
envidiado por los hombres
y amado por las mujeres,
se complacía en su triunfo...
Pero una pequeña espina,
una diminuta astilla,
ensombrecía sus pensamientos...
Todos derramaban alabanzas
y se deshacían en elogios...
Todos...menos el Filósofo...
"Cómo es que no viene,
cómo es que permanece callado,
mientras el país entero
me considera un dios...?"
Y un día, no pudo más
y fue a visitarlo...
El Filósofo lo contempló
con expresión distante...
Y tomando un mapa enrollado,
lo desplegó sobre una mesa...
"-Muéstrame el mundo que conocemos..."
El Guerrero lo señaló.
"-Ahora, nuestro país..."
También lo hizo,
sin saber a qué venían
las preguntas del Filósofo...
"-Y nuestra ciudad..."
El Guerrero, posó su dedo índice
sobre una pequeña mancha,
no mayor que una semilla de sésamo...
"-Por último, en la ciudad,
señala dónde estás tú..."
Y el Guerrero Victorioso,
lo comprendió todo.
Agachando la cabeza,
salió de la casa del Filósofo,
muy avergonzado...
(Archivo: cuevadelcoco).
Y tomando un mapa enrollado,
lo desplegó sobre una mesa...
"-Muéstrame el mundo que conocemos..."
El Guerrero lo señaló.
"-Ahora, nuestro país..."
También lo hizo,
sin saber a qué venían
las preguntas del Filósofo...
"-Y nuestra ciudad..."
El Guerrero, posó su dedo índice
sobre una pequeña mancha,
no mayor que una semilla de sésamo...
"-Por último, en la ciudad,
señala dónde estás tú..."
Y el Guerrero Victorioso,
lo comprendió todo.
Agachando la cabeza,
salió de la casa del Filósofo,
muy avergonzado...
(Archivo: cuevadelcoco).
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