Mediodía de otoño...
Soledad y silencio
lejos de las multitudes
que se agitan y claman
a dioses desleales...
Llegan lentas las nubes,
y el lejano horizonte
sumido en sus ensueños
se torna más oscuro...
Estos muros sencillos
albergaron en tiempos
a gentes que soñaron
con el rumor del mar...
Deshabitada estancia, la llanura
mantiene la esperanza
de que vuelvan los ecos
de voces familiares...
Nostálgicas siluetas
sobre el cielo inquietante.
El viento apenas roza
sus pardas cabelleras...
(Archivo: cuevadelcoco.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).
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