A mi madre.
Vivió tanto tiempo ausente
que no supo si el regreso
era un mágico suceso,
una ilusión de su mente...
Todo cambió de repente.
Aunque en su mundo interior
siguió habitando el dolor
del horizonte perdido...
Su corazón dolorido
sangró regueros de amor...
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: "Soledad".
Acuarela sobre papel "Fabriano".
Tamaño: 50 X 40 cms.)
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