En el austero atrio,
soportando el sol de agosto,
o. quizá..., insensible al sol de agosto,
con tu serena expresión,
que se pierde
más allá del tiempo...
¿Una leve sonrisa...?
No lo sé...
Ni sé a quien representas...
Pero..., has sido fiel testigo
del paso de los siglos...
¿Quién te talló,
quién te hizo salir de la piedra...?
¿Fuiste la imagen
de un rostro familiar y amado...?
Caerá la tarde,
y cantarán los pájaros
en el dorado crepúsculo...
¿Volveré a verte...?
¡Quién sabe...!
(Archivo: mirarlook/cuevadelcoco).
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