¡Ay, la verdad...!
Como tenemos poca memoria,
aunque hablemos de memoria histórica
y otras sandeces por el estilo,
no recordamos que un partido,
sea cual sea,
promete transparencia y claridad,
promete una legislatura diáfana...
Pero, antes de cumplir una semana en el poder,
observamos con estupor, con incredulidad,
que ya han construído un espeso muro,
entre ellos y los ciudadanos...
Es decir, nosotros...
Confiamos en los grupos políticos,
que ya no se les puede llamar partidos...,
sean del pelaje que sean,
mientras se alzan
como salvadores del país...
Se les llena la boca
con buenas palabras,
con rectas intenciones...
Pero es igual...
Deben de usar un dentífrico muy eficiente...
Porque, enseguida,
pierden el sabor de lo que dijeron...
Y así nos va...
La verdad se empaña a los cuatro días...
La verdad se tergiversa,
se distorsiona,
se acomoda,
se adecua...,
¡y deja de ser verdad...!
(Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
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