Su Santidad el Papa, Benedicto XVI,
nos ha sorprendido a todos,
al comunicar al mundo
su renuncia...
Realmente, es necesaria una buena dosis de valentía,
es necesario un largo tiempo de oración
y también de reflexión,
para decidir
como el Santo Padre lo ha hecho...
El día 28 de febrero,
quedará la Sede vacante...
Y, sí, nuestros sentimientos están enfrentados...
Por una parte,
quisiéramos que se quedara...,
que continuara su labor...
Por otra,
consideramos que es tan humano
como cualquiera de nosotros...
Y si dice que ya no tiene fuerzas...,
seguro que lo dirá con tristeza,
no exenta de dolor,
porque verse impotente
para continuar en la Silla de Pedro,
tiene que ser un duro golpe...
Sin embargo, este Papa,
activo y discreto,
de gran talla intelectual
cuya inteligencia es innegable,
se va...
No sé..., pero echaré de menos
esas apariciones públicas de los domingos...,
y de cuantas fiestas celebra la Iglesia...
Su imagen,
se fue filtrando dentro de nosotros,
de una forma tranquila...,
plácida...,
como el sol de una mañana
en plena primavera...
Y ahora...,
se va...
Y lo siento,
y lo sentimos...
Pero también lo comprendemos
y nos ponemos de su parte,
y dedicamos más de una oración
para que no se encuentre solo...
Para que su espíritu
se vea confortado...
Para que,
los años que le resten de vida,
sean un remanso de paz...
Benedicto XVI...
Un papa que hace historia...
Cuando lo recordemos,
hagámoslo con comprensión,
cariñosamente...
Nuestros sentimientos están enfrentados...
Es inevitable...
Roguemos por él...
(Archivo: cueva del coco).
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