lunes, 17 de septiembre de 2012

Diálogos de fantasmas...



 
Diálogos de fantasmas.
 
El Filósofo, a veces, llegaba paseando, hasta una casa abandonada...
En cierta ocasión, los dos perros se negaron a seguir adelante...
Simplemente, se sentaron sobre las patas traseras
y no quisieron avanzar...
El Filósofo, continuó caminando hasta aquella casa,
perdida en la llanura, invadida de zarzas,
hierbas y matorrales.
Como en tantas ocasiones...
Y escuchó unas voces,
más parecidas a susurros del viento,
al murmullo de un manantial,
al canto de los pájaros...
Pero todo mezclado, fundido,
todo al mismo tiempo...
Regresó a su casa,
pensativo,
y al cabo de unos días,
hizó el paseo hasta la casa abandonada,
esta vez, sin los perros.
En sucesivas jornadas,
fue capaz de distinguir una voces de otras,
y seguir las conversaciones sin dificultad.
Y eso será lo que el Filósofo nos cuente,
nadie se sorprenda demasiado,
que ya, penas si hay algo nuevo bajo la bóveda celeste...
 
 
 
 

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