En esta noche desapacible,
cuando el viento hace temblar los ventanales,
y el silencio lo llena todo,
quizá sea un consuelo
poder recrearse
en el rostro irrepetible,
entre travieso y malicioso,
de esta increíble mujer,
que dejó este mundo
un día caluroso de agosto, del año 1962.
Esta imagen es de J. Florea,
editada por Hazan, París.
La fecha es indeterminada.
(Archivo de Guillermo Pérez Pérez
y Enrique Pérez Tudela).
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