He estado a punto de romperlas,
de convertirlas en pedazos diminutos,
porque me llevan a ti,
corriente de agua fresca,
que va creciendo y creciendo,
y al final se convierte
en una avenida irrefrenable
que se desborda en cataratas.
Y no he podido...
Me ha sorprendido el alba sobre el lecho.
Tenía frío,
y las fotografías,
desparramadas,
me clavaban tu imagen en mi piel
como agujas heladas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario