¡Oh, dulces compañeros de mi infancia,
perdidos en las brumas del recuerdo...!
perdidos en las brumas del recuerdo...!
¡Qué lejos vuestros rostros añorados,
vagando entre los piélagos del tiempo...!
Hoy, que la primavera está cercana,
que ha cesado la furia de los vientos,
y retorna, por fin a las montañas
la zarpa dolorosa del invierno,
evoco aquellas horas colegiales
envueltas en su lánguido misterio...
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