El Filósofo no está muy activo estos días...
Se levanta algo más tarde que de costumbre, y pasa la mañana deambulando por el campo, ensimismado en sus meditaciones...
Su perro va tras él, cauteloso, como si temiera sacarlo de su mundo...
¿Qué le ocurre al Filósofo..?
Quizás añora el verano, sus luces, sus interminables atardeceres, las noches cálidas y propicias para leer, escuchar música o sentarse a la entrada de su casa, a contemplar las estrellas...
El Filósofo tiene cincuenta y muchos años...
Sabe que el tiempo es cruel...
Y ahora gusta más de la luz, de la vida, de la alegría del sol cada mañana...
Y, bien entrados en el otoño, el estío es sólo un recuerdo, un recuerdo que se va esfumando...
¡Ah, el verano...!
Acuden muchos fantasmas a su mente, y la soledad le va pesando cada vez más...
Sigue trabajando en un nuevo libro, sigue escribiendo, pero, se detiene, y su mirada se pierde más allá de los muros de su casa...
Más allá del tiempo en el que vive...
Alguna vez se ha acercado al pueblo vecino, sólo por intercambiar frases hechas con la gente que conoce...
Pero no le basta...
El pintor está lejos...
El poeta está lejos...
Sólo el Coco es capaz de proporcionarle algún consuelo...
Hablan y hablan...
¿Qué necesita el Filósofo...?
¿Acaso un dulce rostro, una voz suave, la tibia caricia de unas manos ...?
¡Quién sabe...!
Mientras, el otoño avanza y avanza...
Las hojas caídas crujen cuando pasea por los senderos...
Y todo se llena de melancolía...
jueves, 29 de octubre de 2009
lunes, 26 de octubre de 2009
Un pueblo. (IV).
Hoy, en el pueblo cercano a la casa donde vive el Filósofo, ha ocurrido algo insólito, que ha dado mucho que hablar a los vecinos, y que seguirá siendo motivo de comentarios, incluso de bromas y chirigotas, en las largas y oscuras noches que se avecinan.
Berto, el del butano, que se ha venido ganando honradamente la vida merced a ser distribuidor de las bombonas naranja, y tener un almacén de su propiedad donde acumula el preciado gas para uso del vecindario, se ha subido a la torre de la iglesia a las cinco de la tarde. Ha cerrado la puerta por dentro, luego, ha llegado hasta el campanario y allí, ha comenzado a voltear las campanas. No una, ni dos, todas... Todas las campanas... Han acudido las buenas gentes del lugar,
el alcalde, el médico, el señor cura, el juez de paz, las abuelas que estaban tomando el sol..., en fin,
nadie se ha resistido a la inhabitual llamada...
Las campanas sonaban que daba gloria...
Seguramente no habían sonado así ni en la fiesta grande...
El cura, perplejo, no sabía qué hacer...
Y menos cuando se ha dado cuenta de que la puerta estaba atrancada...
¡Berto, es Berto, el butanero!
-¡Pues con lo tozudo que es, no bajará hasta que se canse!, dice una de las viejecillas, que, seguramente, le habrá limpiado los mocos cuando fuera zagal...
El alcalde le ha pedido al juez de paz que hiciera algo...
-¿Qué quieres que haga yo...?, responde el aludido...
-Pues, detenlo, haz valer tu autoridad, y empapélalo..!
-Que yo sepa, no hace nada malo...
-¿Te parece poco? ¡Un escándalo público!
-Mire, alcalde, dice el cura, las campanas, cuando suenan, alaban a Dios, son la voz del Señor en la soledad de la llanura...
El maestro, que terminaba su jornada escolar, ha llegado, con la tropa de chiquillos...
Que se han partido de risa...
¡Niños, ya vale!, dice el maestro, conteniendo las ganas de soltarse a carcajadas...
Y así...durante una hora...
Luego, el silencio.
Entonces, Berto, se ha asomado a la plaza y ha comenzado su discurso, que tenía escrito en una hoja de papel, no demasiado limpia:
-¡Vecinos, vecinas, autoridades, gentes del lugar y de paso! ¡No estoy aquí por capricho! ¡Y esto no es una gamberrada! ¡Me he subido a la torre para llamar la atención! ¡Y es que estoy hasta los cojones de trabajar y trabajar, total, para que el jodido gobierno me lleve a la ruina! ¡No puedo pagar los impuestos, me inflan a impuestos, y todo se me va en impuestos! ¡Los cuatro cuartos que tenía, los he tenido que dedicar a pagar más impuestos! ¡Estoy en pelotas, no tengo un duro!
¡Y mañana tendré que comerme las bombonas vacías, porque el gobierno no echa una mano, si no es al cuello!
¡Vecinos todos! ¡Este invierno vais a tener que quemar matojos para hacer la comida, porque yo, Berto, el butanero, no tendré para comprar gasoil! ¡Ni para ir hasta la curva de la carretera!
¡Y os vais a calentar a guantazos, porque yo, Berto, el butanero, ya seré historia!
¡Me cago en todos los políticos de mierda que nos llevan a la ruina mientras viven y comen y mienten como cabrones!
¡He dicho!
Luego, ha bajado de la torre, y todo el vecindario ha aplaudido calurosamente su actuación.
Y cada cual, se ha ido a su casa.
Sólo se ha quedado el cura, que para eso es tu torre y su iglesia.
-Berto, hijo mío, no sabía que supieras tocar las campanas... Lo has hecho muy bien... ¡Sonaban de maravilla..! (En realidad, iba a decir otra cosa, pero ha recordado que es sacerdote, y se ha contenido).
Y Berto y el cura, han seguido paseando hasta llegar al puente sobre el riachuelo...
Apoyados en la barandilla, contemplan el cauce, algo menguado por el estiaje...
-A ver si llueve este otoño..., dice el cura.
-A ver..., dice Berto.
Y nadie sabe qué pasará...Nadie lo sabe...Ni los capitostes de Madrid, con lo listos que dicen que son...
Berto, el del butano, que se ha venido ganando honradamente la vida merced a ser distribuidor de las bombonas naranja, y tener un almacén de su propiedad donde acumula el preciado gas para uso del vecindario, se ha subido a la torre de la iglesia a las cinco de la tarde. Ha cerrado la puerta por dentro, luego, ha llegado hasta el campanario y allí, ha comenzado a voltear las campanas. No una, ni dos, todas... Todas las campanas... Han acudido las buenas gentes del lugar,
el alcalde, el médico, el señor cura, el juez de paz, las abuelas que estaban tomando el sol..., en fin,
nadie se ha resistido a la inhabitual llamada...
Las campanas sonaban que daba gloria...
Seguramente no habían sonado así ni en la fiesta grande...
El cura, perplejo, no sabía qué hacer...
Y menos cuando se ha dado cuenta de que la puerta estaba atrancada...
¡Berto, es Berto, el butanero!
-¡Pues con lo tozudo que es, no bajará hasta que se canse!, dice una de las viejecillas, que, seguramente, le habrá limpiado los mocos cuando fuera zagal...
El alcalde le ha pedido al juez de paz que hiciera algo...
-¿Qué quieres que haga yo...?, responde el aludido...
-Pues, detenlo, haz valer tu autoridad, y empapélalo..!
-Que yo sepa, no hace nada malo...
-¿Te parece poco? ¡Un escándalo público!
-Mire, alcalde, dice el cura, las campanas, cuando suenan, alaban a Dios, son la voz del Señor en la soledad de la llanura...
El maestro, que terminaba su jornada escolar, ha llegado, con la tropa de chiquillos...
Que se han partido de risa...
¡Niños, ya vale!, dice el maestro, conteniendo las ganas de soltarse a carcajadas...
Y así...durante una hora...
Luego, el silencio.
Entonces, Berto, se ha asomado a la plaza y ha comenzado su discurso, que tenía escrito en una hoja de papel, no demasiado limpia:
-¡Vecinos, vecinas, autoridades, gentes del lugar y de paso! ¡No estoy aquí por capricho! ¡Y esto no es una gamberrada! ¡Me he subido a la torre para llamar la atención! ¡Y es que estoy hasta los cojones de trabajar y trabajar, total, para que el jodido gobierno me lleve a la ruina! ¡No puedo pagar los impuestos, me inflan a impuestos, y todo se me va en impuestos! ¡Los cuatro cuartos que tenía, los he tenido que dedicar a pagar más impuestos! ¡Estoy en pelotas, no tengo un duro!
¡Y mañana tendré que comerme las bombonas vacías, porque el gobierno no echa una mano, si no es al cuello!
¡Vecinos todos! ¡Este invierno vais a tener que quemar matojos para hacer la comida, porque yo, Berto, el butanero, no tendré para comprar gasoil! ¡Ni para ir hasta la curva de la carretera!
¡Y os vais a calentar a guantazos, porque yo, Berto, el butanero, ya seré historia!
¡Me cago en todos los políticos de mierda que nos llevan a la ruina mientras viven y comen y mienten como cabrones!
¡He dicho!
Luego, ha bajado de la torre, y todo el vecindario ha aplaudido calurosamente su actuación.
Y cada cual, se ha ido a su casa.
Sólo se ha quedado el cura, que para eso es tu torre y su iglesia.
-Berto, hijo mío, no sabía que supieras tocar las campanas... Lo has hecho muy bien... ¡Sonaban de maravilla..! (En realidad, iba a decir otra cosa, pero ha recordado que es sacerdote, y se ha contenido).
Y Berto y el cura, han seguido paseando hasta llegar al puente sobre el riachuelo...
Apoyados en la barandilla, contemplan el cauce, algo menguado por el estiaje...
-A ver si llueve este otoño..., dice el cura.
-A ver..., dice Berto.
Y nadie sabe qué pasará...Nadie lo sabe...Ni los capitostes de Madrid, con lo listos que dicen que son...
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Crónica de una crisis en pequeño. Política.
sábado, 24 de octubre de 2009
Una exposición...
Hoy, el pintor amigo del Filósofo, inaugura una muestra de su producción más reciente.
Sería feliz si no existieran las inauguraciones...
¿Y en qué consisten..?
Bueno, pues llega la gente, los amigos, conocidos y familiares, y, provistos de su copa de buen vino o el consabido cava, hablan de todo menos de la obra que allí se presenta...
Eso sí, dan mil y una enhoranuenas al artista, le desean mucho éxito, y, luego, lo dejan solo...
Quizá no saben que allí, en esa sala, hay cientos y cientos de horas de trabajo, de dedicación, de esfuerzo...
Y también de desaliento en ocasiones...
Y mucha soledad...
Pero hay que pasar por el trance, frente a la sociedad...
Los medios informativos hablarán de la exposición, dedicarán un buen espacio, y todo quedará en el olvido...
El pintor, recortará las críticas, las guardará en la carpeta donde las almacena, y seguirá pintando...
Continuará construyendo el conjunto de su obra, que finalizará..., ¡quién sabe..!
Puede que algún día ya no tenga fuerzas, o el cansancio de la edad le impida trabajar...
O puede que, ¡quién sabe cuándo! , parta de este mundo...
Quedarán sus cuadros, esparcidos aquí y allá...
Ese atardecer tranquilo, ese puerto de levante, esa figura de mujer, recostada, que nos contempla...
¡Oh, el tiempo, siempre el tiempo..!
En fin, el pintor, amigo del Filósofo, ya ha inaugurado...
Ahora, solo, en su casa, piensa en lo que le queda por hacer...
Y sólo pide poder llegar a realizarlo...
Que así sea...
Sería feliz si no existieran las inauguraciones...
¿Y en qué consisten..?
Bueno, pues llega la gente, los amigos, conocidos y familiares, y, provistos de su copa de buen vino o el consabido cava, hablan de todo menos de la obra que allí se presenta...
Eso sí, dan mil y una enhoranuenas al artista, le desean mucho éxito, y, luego, lo dejan solo...
Quizá no saben que allí, en esa sala, hay cientos y cientos de horas de trabajo, de dedicación, de esfuerzo...
Y también de desaliento en ocasiones...
Y mucha soledad...
Pero hay que pasar por el trance, frente a la sociedad...
Los medios informativos hablarán de la exposición, dedicarán un buen espacio, y todo quedará en el olvido...
El pintor, recortará las críticas, las guardará en la carpeta donde las almacena, y seguirá pintando...
Continuará construyendo el conjunto de su obra, que finalizará..., ¡quién sabe..!
Puede que algún día ya no tenga fuerzas, o el cansancio de la edad le impida trabajar...
O puede que, ¡quién sabe cuándo! , parta de este mundo...
Quedarán sus cuadros, esparcidos aquí y allá...
Ese atardecer tranquilo, ese puerto de levante, esa figura de mujer, recostada, que nos contempla...
¡Oh, el tiempo, siempre el tiempo..!
En fin, el pintor, amigo del Filósofo, ya ha inaugurado...
Ahora, solo, en su casa, piensa en lo que le queda por hacer...
Y sólo pide poder llegar a realizarlo...
Que así sea...
viernes, 23 de octubre de 2009
Sabor de infancia...
Mis dulces ocho años.
Aquella primavera,
las sábanas al viento,
mediodía de abril.
Un grato olor a limpio
la tarde de los sábados.
Aroma de inocencia,
la calle soleada
llenaban nuestras voces
con los sencillos juegos.
Las horas de colegio
y la oración postrera.
El sueño que venía
casi al oscurecer.
Sus labios ya marchitos
la frente me besaban
y luego suspiraban
al apagar la luz.
Mis dulces ocho años.
Infancia revivida.
Ya no existe el espejo
donde me contemplaba.
martes, 20 de octubre de 2009
Las viejas botas...(Diario del Filósofo).
"...y me daba tanta pena tirarlas..!
Había recorrido tantas sendas con ellas...
Pero estaban destrozadas...
Y con un agujero en la suela...
Las llevé al zapatero del pueblo cercano, y me dijo que la solución era unas botas nuevas...
Así que las dejé, dentro de la caja donde siempre dormían, junto a un contenedor...
¡Habíamos compartido tantas horas solitarias..!
Unas botas no son un objeto cualquiera...
Llegan a convertirse en parte de nosotros mismos..., o casi...
No me volví para mirar el lugar donde las había abandonado...
¡Pobre destino de mis viejas botas..!
Los caminos las recordarán..."
Había recorrido tantas sendas con ellas...
Pero estaban destrozadas...
Y con un agujero en la suela...
Las llevé al zapatero del pueblo cercano, y me dijo que la solución era unas botas nuevas...
Así que las dejé, dentro de la caja donde siempre dormían, junto a un contenedor...
¡Habíamos compartido tantas horas solitarias..!
Unas botas no son un objeto cualquiera...
Llegan a convertirse en parte de nosotros mismos..., o casi...
No me volví para mirar el lugar donde las había abandonado...
¡Pobre destino de mis viejas botas..!
Los caminos las recordarán..."
Interior en otoño...(Diario del Filósofo, amigo del Coco).
"...¡qué sombrías se vuelven las casas en otoño...!
Y conforme el otoño avanza, parece que rehuyen la luz...
Hay momentos en los que las sombras se apoderan de nosotros...
Suena una música, esa música suave, tal vez un piano...
Y por un instante, el pensamiento se encoge, se hace un ovillo, y no quiere volver a la realidad...
Entonces, se enciende una luz, y las sombras huyen, y la casa recobra vida...
Pero ya no es lo mismo...
Las luces del verano están ya lejos..."
(Imagen: Colegio de los PP Escolapìos de Jaca, Huesca. Fotografía realizada en agosto de 1983.)
domingo, 18 de octubre de 2009
Para Adela, "Ade", después de muchos años...
En el íntimo ardor de las alcobas
mariposas de sueño y laberintos
donde el alma se pierde, gota a gota.
Sabor de amanecida de diciembre,
cristales derretidos en la boca,
porque todo es posible en el misterio
de las primeras horas cautelosas.
En el tranquilo mar de tus cabellos
una brisa levanta tenues olas.
La luna se ha perdido tras los montes
soñando prados verdes y amapolas
sofocadas por las tardes estivales
ávidas de silencios y de sombras.
Estación espacial internacional.
Hoy se ha podido ver desde la tierra el paso de la estación espacial...
Ha sido todo un espectáculo...
Dejaba tras ella una estela, como si fuera un cometa...
Y la rodeaba un halo de luz tenue.
Han sido unos momentos increíbles.
Ha pasado sobre las 21,30-21-45, aproximadamente.
Y ha brillado hasta perderse en el horizonte.
Ha sido todo un espectáculo...
Dejaba tras ella una estela, como si fuera un cometa...
Y la rodeaba un halo de luz tenue.
Han sido unos momentos increíbles.
Ha pasado sobre las 21,30-21-45, aproximadamente.
Y ha brillado hasta perderse en el horizonte.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Poesía...cada día.
Lejos, lejos, ya muy lejos,
dulce mañana de abril...
¡Ay de mí...!
Con sus fragancias secretas,
sus nubes recién pintadas,
y las veredas pobladas
de tantas alas inquietas...
La lluvia al atardecer
y un ardiente ruiseñor
junto al confuso temor
de que deje de llover...
Arcoiris de papel
como aquél,
muy pocos más he tenido...
Muy pocos, y es que he perdido
la cuenta de sus primores...
El agua besó las flores
y en el ocaso vertían
sus más radiantes colores...
Poesía...cada día.
Poesía...cada día.
lunes, 12 de octubre de 2009
12 de octubre...
domingo, 11 de octubre de 2009
Las fiestas...
Al Filósofo no le gustan las fiestas.
Quizá en su infancia encontró en ellas cierto atractivo.
Ahora, prefiere la tranquilidad, la calma, el silencio, la soledad...
Las fiestas significan una interrupción de la vida cotidiana.
Sin embargo, el Filósofo no se opone a que los demás disfruten de ellas.
Pero ahora quiere vivir tranquilo...
Le agobian las muchedumbres...
Se siente molesto en las aglomeraciones...
Por eso, hace tántos y tántos años que no participa de los festejos populares.
Hoy, a ido a visitar a su amigo el Coco, y pasarán el día juntos.
Hablarán de muchas cosas, leerán algún libro, y, al atardecer, el Filósofo regresará a su casa...
Mientras, las fiestas seguirán su curso...
Y terminarán, como es natural...
Quizá en su infancia encontró en ellas cierto atractivo.
Ahora, prefiere la tranquilidad, la calma, el silencio, la soledad...
Las fiestas significan una interrupción de la vida cotidiana.
Sin embargo, el Filósofo no se opone a que los demás disfruten de ellas.
Pero ahora quiere vivir tranquilo...
Le agobian las muchedumbres...
Se siente molesto en las aglomeraciones...
Por eso, hace tántos y tántos años que no participa de los festejos populares.
Hoy, a ido a visitar a su amigo el Coco, y pasarán el día juntos.
Hablarán de muchas cosas, leerán algún libro, y, al atardecer, el Filósofo regresará a su casa...
Mientras, las fiestas seguirán su curso...
Y terminarán, como es natural...
jueves, 8 de octubre de 2009
El desaliento...
Vivimos..., no..., sobrevivimos...
Pasan los días, y el optimismo inicial se va evaporando...
En su lugar queda la dura y amarga corteza del desaliento...
Van a ser años difíciles...
Aunque nos quieran dorar los tiempos que están por venir...
Aunque los adornen, aunque los pinten de rosa, aunque nos los presenten bien envueltos, como para un regalo...
El Fondo Monetario Internacional afirma que nuestro país perderá cinco años de economía...
Cinco años, un lustro de sinsabores...
Por la visto, el ejecutivo, con su presidente a la cabeza, sigue en su urna de cristal...
Y ve el mundo con un sólo ojo...
Que es una forma cómoda de no enterarse de nada...
Y así seguimos: Sobreviviendo...
Pasan los días, y el optimismo inicial se va evaporando...
En su lugar queda la dura y amarga corteza del desaliento...
Van a ser años difíciles...
Aunque nos quieran dorar los tiempos que están por venir...
Aunque los adornen, aunque los pinten de rosa, aunque nos los presenten bien envueltos, como para un regalo...
El Fondo Monetario Internacional afirma que nuestro país perderá cinco años de economía...
Cinco años, un lustro de sinsabores...
Por la visto, el ejecutivo, con su presidente a la cabeza, sigue en su urna de cristal...
Y ve el mundo con un sólo ojo...
Que es una forma cómoda de no enterarse de nada...
Y así seguimos: Sobreviviendo...
martes, 6 de octubre de 2009
Poesía...cada día.
Coplas (IV)
¡Ay, que se lleva el viento,
cara de niña,
tus cabellos morenos
y mi alegría..!
Y dime dónde
se perdió tu mirada,
dónde se esconde...
Poesía...cada día.
Coplas (III)
Que te vas y no vuelves,
luna del río...
Como un amor temprano
que se ha perdido...
Lejana estrella,
prendida entre las ramas
de la arboleda...
Poesía...cada día.
Poesía...cada día.
Un poema para todos los solitarios/as...
Aquí, sobre las nubes,
estas nubes donde gravita mi memoria,
sueño despierto...
Las nubes son frágiles,
volubles,
caprichosas...
Hay que andar con cuidado,
o toda la arquitectura construída por la noche
desaparecerá con un soplo...
Hay una nube que se aleja,
navegando por el cielo de otoño...
Y se lleva algo que quería recordar...
La soledad es un camino
de aristas afiladas...
Ya me sangran los pies...
Y caminaré durante todo el día,
y caminaremos durante toda la jornada...
Y si te encuentras conmigo
y ves en mi rostro
un contenido dolor,
al menos, sólo al menos,
dedícame una sonrisa...
Ya es de día...
Se supone que, tras una noche de eso que llaman "sueño reparador", te levantas con nuevas energías...
Pues no ha sido así.
Hoy estoy igual de cansado que ayer...
¡Qué risa..!
Y si se me ocurre echar una ojeada a lo que queda del día, es para meterse en un armario, envuelto en un edredón, y pasar de todo...
Hace varios días que no veo un informativo, como no sea de paso...
¿Qué es lo que me ocurre..?
No hago más que pensar en las montañas, en los senderos desiertos, en el olor a humedad...
Y en la soledad...
Ayer por la tarde, me di cuenta de que estaba solo en medio de todos...
Y quise salir huyendo, pero no fue posible...
La verdad es que pienso mucho en las montañas últimamente.
Es como si sintiera la llamada del otoño, esa llamada que me incita a abandonarlo todo, llenar una mochila con lo imprescindible y dejar la ciudad.
Porque estoy atrapado.
Es peligroso sentirse atrapado...
Muy peligroso...
Las reacciones pueden ser drásticas...
Quisiera caminar por un sendero, mientras el viento que baja de las alturas me refresca la cara y tengo que meter las manos en los bolsillos de la cazadora porque las siento muy frías...
Y si hubiera alguien junto a mí...
¡Oh, sería el colmo de la dicha..!
Quizás tú, mujer de ojos soñadores, quisieras venir conmigo...
Pero, ¡qué digo..!
Suena el teléfono y todo se desvanece...
¿Por qué tiene que ser así..?
Martes, 6 de octubre...
El cielo está nublándose, puede que llueva...
Y así, me preparo para enfrentar otra jornada, y otra, y otra...
La senda estará más desierta que nunca...
Tan desierta como mi corazón...
Si alguien quiere decir algo a este soñador solitario puede mandar un e-mail a Klingsor_@hotmail.com...
Puede ser el principio de...
Bueno, quién sabe...
Pues no ha sido así.
Hoy estoy igual de cansado que ayer...
¡Qué risa..!
Y si se me ocurre echar una ojeada a lo que queda del día, es para meterse en un armario, envuelto en un edredón, y pasar de todo...
Hace varios días que no veo un informativo, como no sea de paso...
¿Qué es lo que me ocurre..?
No hago más que pensar en las montañas, en los senderos desiertos, en el olor a humedad...
Y en la soledad...
Ayer por la tarde, me di cuenta de que estaba solo en medio de todos...
Y quise salir huyendo, pero no fue posible...
La verdad es que pienso mucho en las montañas últimamente.
Es como si sintiera la llamada del otoño, esa llamada que me incita a abandonarlo todo, llenar una mochila con lo imprescindible y dejar la ciudad.
Porque estoy atrapado.
Es peligroso sentirse atrapado...
Muy peligroso...
Las reacciones pueden ser drásticas...
Quisiera caminar por un sendero, mientras el viento que baja de las alturas me refresca la cara y tengo que meter las manos en los bolsillos de la cazadora porque las siento muy frías...
Y si hubiera alguien junto a mí...
¡Oh, sería el colmo de la dicha..!
Quizás tú, mujer de ojos soñadores, quisieras venir conmigo...
Pero, ¡qué digo..!
Suena el teléfono y todo se desvanece...
¿Por qué tiene que ser así..?
Martes, 6 de octubre...
El cielo está nublándose, puede que llueva...
Y así, me preparo para enfrentar otra jornada, y otra, y otra...
La senda estará más desierta que nunca...
Tan desierta como mi corazón...
Si alguien quiere decir algo a este soñador solitario puede mandar un e-mail a Klingsor_@hotmail.com...
Puede ser el principio de...
Bueno, quién sabe...
lunes, 5 de octubre de 2009
Adiós a Mercedes Sosa...
En la madrugada del domingo, fallecía Mercedes Sosa, "la negra Sosa", como se la llamaba familiarmente en Argentina, a la edad de 78 años.
Y lo hemos sentido de verdad...
Mercedes Sosa, que hacía suyas todas las causas, que se solidarizaba con todos aquellos que sufrían, fuese del modo que fuese, nos ha dejado..., así..., de pronto...
Y se ha apagado su voz, esa voz inconfundible, esa voz conmovedora, capaz de hacer saltar las lágrimas...
Adiós, Mercedes, generosa Mercedes, apasionada y vital...
Seguro que has ido a cantar a un lugar mejor, porque te lo has ganado a pulso...
Descansa, Mercedes, que también te lo tienes merecido...
En nuestros corazones queda un hueco, una vacío doloroso...
Te seguiremos recordando, continuaremos escuchando tus canciones, que será, creo, el mejor homenaje que podamos ofrecerte...
Adiós, Mercedes, que tu sueño eterno se vea colmado de paz y de calma...
Y lo hemos sentido de verdad...
Mercedes Sosa, que hacía suyas todas las causas, que se solidarizaba con todos aquellos que sufrían, fuese del modo que fuese, nos ha dejado..., así..., de pronto...
Y se ha apagado su voz, esa voz inconfundible, esa voz conmovedora, capaz de hacer saltar las lágrimas...
Adiós, Mercedes, generosa Mercedes, apasionada y vital...
Seguro que has ido a cantar a un lugar mejor, porque te lo has ganado a pulso...
Descansa, Mercedes, que también te lo tienes merecido...
En nuestros corazones queda un hueco, una vacío doloroso...
Te seguiremos recordando, continuaremos escuchando tus canciones, que será, creo, el mejor homenaje que podamos ofrecerte...
Adiós, Mercedes, que tu sueño eterno se vea colmado de paz y de calma...
Piratería...
sábado, 3 de octubre de 2009
Poesía...cada día.
No sabemos por qué escribimos poesía...
De pronto, un día, allá en los albores de las adolescencia, nos hallamos solos ante un papel en blanco, un cuaderno, los márgenes de un libro de texto...
Y escribimos...
"¿...huyendo de la soledad...?"
¡Quién sabe..!
El caso es que escribimos...
Yo tenía un amigo que tocaba la guitarra...
Y en los atardeceres, lloraba, mientras iba desgranando música...
¿Cuál era la causa de su llanto...?
Quizá el fin de la infancia, el despertar a la vida tras el dulce sueño infantil, el hecho de saber que, poco a poco, la existencia se iría complicando...
Intuir que el mito del camino de rosas sólo era eso..., un mito.
Él, tocaba la guitarra, que era su forma de construir poesía...
Yo, llenando páginas en blanco, a la luz de una farola, en el parque sombrío, un anochecer primaveral...
O en las tediosas horas de estudio, en las interminables tardes de invierno...
Acaso antes de un viaje, en la soledad del vestíbulo de la estación..., cuando aún no había amanecido...
En una noche de incomprensible insomnio, mientras el reloj de la torre daba una hora tras otra y el sueño no acudía a envolverme en sus brazos acogedores...
No sabemos, en realidad, por qué escribimos poesía...
Pero lo hacemos...
De pronto, un día, allá en los albores de las adolescencia, nos hallamos solos ante un papel en blanco, un cuaderno, los márgenes de un libro de texto...
Y escribimos...
"¿...huyendo de la soledad...?"
¡Quién sabe..!
El caso es que escribimos...
Yo tenía un amigo que tocaba la guitarra...
Y en los atardeceres, lloraba, mientras iba desgranando música...
¿Cuál era la causa de su llanto...?
Quizá el fin de la infancia, el despertar a la vida tras el dulce sueño infantil, el hecho de saber que, poco a poco, la existencia se iría complicando...
Intuir que el mito del camino de rosas sólo era eso..., un mito.
Él, tocaba la guitarra, que era su forma de construir poesía...
Yo, llenando páginas en blanco, a la luz de una farola, en el parque sombrío, un anochecer primaveral...
O en las tediosas horas de estudio, en las interminables tardes de invierno...
Acaso antes de un viaje, en la soledad del vestíbulo de la estación..., cuando aún no había amanecido...
En una noche de incomprensible insomnio, mientras el reloj de la torre daba una hora tras otra y el sueño no acudía a envolverme en sus brazos acogedores...
No sabemos, en realidad, por qué escribimos poesía...
Pero lo hacemos...
viernes, 2 de octubre de 2009
Reír por no llorar...
No es la primera vez que este blog se oculta tras una máscara, pero no es por cobardía, ni por miedo, ni por ninguna clase de temor...
No, no es por eso...
Es para ocultar la expresión de angustia que se nos pone a todos cada vez que el ejecutivo anuncia una subida de impuestos...
No sé qué va a ser de nosotros...
El Sr. Rodríguez Zapatero se fotografía junto a Mr. & Mrs. Obama en una escapada a New York,
asiste al acto decisorio de la candidatura para los Juegos Olímpicos, y quiquiriquea siempre que puede en dirección al Sr. Rajoy, claro está...
Pero nada más...
Y tiene la ingenuidad de pedirle al Jefe de la Oposición que arrime el hombro...
Y tiene la ingenuidad de pedirle al Jefe de la Oposición que arrime el hombro...
¡Vamos, Sr. Rodríguez, que ya es usted mayorcito..!
Que el Sr. Rajoy, cuando tenga ideas, se las va a quedar para él, en previsión del día que acceda al gobierno...
Que el Sr. Rajoy, sabe, que, aunque le aporte alguna solución, usted se la va a pasar por el forro, y le va a poner todas las pegas del mundo...
Porque, en este bendito país, reconocer que alguien ha hecho algo bien, o de utilidad, es como intentar sacar agua de un pozo seco... Al español le cuesta un sacrificio valorar positivamente las bondades ajenas...
Y usted, que es español, al menos, eso creo, aunque a veces lo dudo, no podría ser una excepción...
Decía que dudo de que usted sea español..., sí, lo dudo, porque si lo fuera de verdad, miraría por el bien del país y de las clases que lo sustentan, que son la clase trabajadora y la clase media...
Y no se cegaría en hinflarlas de impuestos...
La ruina, Sr. Presidente, usted es la viva imagen de la ruina de España.
Dimita de una vez, vuélvase a sus lares, y dedíquese a las labores del campo, que, aseguran que liberan del estrés.
El fin de la recesión...
El Fondo Monetario Internacional, asegura, y creo que es fiable, que la salida de España de la recesión, va a ser dura y dolorosa. Afirma también que alcanzaremos en el próximo año una tasa de paro del 20%. Pero nuestro ejecutivo, siempre en las nubes, siempre perfumado de un optimismo envidiable aunque inútil e irreal, dice que no, que el F.M.I. no tiene datos suficientes para valorar nuestra situación.
Bueno, pues que el ya no ínclito y sí periclitado jefe de nuestro gobierno, hable claro de una vez, y si tiene algún as en la manga, que lo muestre y nos saque de dudas.
Mientras, seguiré considerando que vivimos engañados, que sólo sabemos de la situación económica del país, por las voces que llegan de fuera, entre ellas la del Sr. Almunia.
Y las voces que llegan de fuera no dejan de advertir que la causa principal es el lastre de la catástrofe inmobiliaria; tardaremos en poder desprendernos de él, porque lo llevamos "atado y bien atado" a los pìes de nuestra maltrecha y maltratada economía. Entre otras cosas.
Bueno, pues que el ya no ínclito y sí periclitado jefe de nuestro gobierno, hable claro de una vez, y si tiene algún as en la manga, que lo muestre y nos saque de dudas.
Mientras, seguiré considerando que vivimos engañados, que sólo sabemos de la situación económica del país, por las voces que llegan de fuera, entre ellas la del Sr. Almunia.
Y las voces que llegan de fuera no dejan de advertir que la causa principal es el lastre de la catástrofe inmobiliaria; tardaremos en poder desprendernos de él, porque lo llevamos "atado y bien atado" a los pìes de nuestra maltrecha y maltratada economía. Entre otras cosas.
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