Va transcurriendo el verano...
Los días se suceden...
Siento nostalgia de las montañas...
No sé por qué, pero me gustaría estar recorriendo alguna senda cerca de las cumbres...
Hace tiempo leí una obra de Wiliam Saroyan, "El hombre que tenía el corazón en las montañas".
Era muy joven y me emocionó profundamente...
El viento de las alturas es puro, limpio...
Abajo, el valle, en su plenitud...
Pero hoy, sé que recorreré las calles de la ciudad una vez más...
¡Qué lejos las cumbres, qué lejos..!
No hay comentarios:
Publicar un comentario