"Senda de otoño".
Obra de Mateo Lahoz.
Me han abatido las tormentas, pero he vuelto
dolido y sonriendo, hasta el camino,
aunque la herida no estuviera bien cerrada.
Sangrantes las rodillas y las manos,
porque la senda, sembrada de piedras afiladas,
no fue piadosa conmigo.
He vuelto de nuevo, lacerado en cuerpo y alma,
a seguir con pasos vacilantes,
siempre sucede así, tras la caída,
ese rumbo incierto, que se ama,
y que sólo es mío, sólo mío.
(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración: Mateo Lahoz).
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