Voy arrastrando los días.
O son ellos los que me arrastran...
No lo sé, ya no importa.
Este mes, viste de color pardo
y el corazón se encoge,
se hace tan pequeño como una semilla.
Amanece más tarde.
Sin luz en las ventanas, mi alegría
cabe dentro de una caja de zapatos.
Me despierto sin luz, abriendo un libro,
ese que estoy leyendo, y que me gusta
porque me cuenta la historia
de un largo viaje, a esos lugares
que para mí,
sólo existen en un mapa.
Un gato de ojos soñolientos,
ha subido a la mesa donde escribo.
Allí se queda quieto,
esperando una caricia.
También añora el sol de las mañanas,
ese sol rotundo y pleno del verano.
Los dos estamos tristes.
Este otoño, será un camino largo.
Todavía no amanece. Lentamente,
pasa el tiempo entre las páginas de un libro.
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).
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