Entre sombras y luces, fue mi infancia
un lugar en el tiempo, que revive
cuando cierro los ojos y retornan
las tardes otoñales, lentas, frías,
cubiertas por la herrumbre de los años.
El oscuro colegio adormecía
cualquier sueño de soles estivales.
Aulas amarillentas y crispantes
en las horas nocturnas reaparecen,
y mis sueños se llenan de tristeza.
Crujientes escaleras, barandillas
húmedas, pegajosas, inseguras.
Ávido de pisar lejanas tierras
viajaba con mis libros de aventuras.
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).