Congreso de los Diputados.
Ilustración de Mateo Lahoz.
No es la primera vez que saco a relucir
la obra de Antonio Azorín,
"Parlamentarismo español".
El autor, muestra su admiración,
independientemente de su postura política,
por algunos de los diputados,
en base a su brillante personalidad,
elegancia de sus intervenciones en la Cámara,
y, sobre todo, el respeto al adversario,
sin que ello implicara el abandono
de las propias convicciones.
Lejos estamos de aquellos días...
Muy lejos, desgraciadamente...!
Se han traspasado límites de forma irremediable.
Se ha echado por tierra la barrera de la cortesía parlamentaria.
No me importa si los hechos de ayer son ciertos o no...
Lo que sí me importa es el tono,
ofensivamente agresivo, esos gestos,
esa actitud injuriante...
Y, por encima de todo,
la desobediencia,
que originó la expulsión de un diputado,
desoyendo la llamada al orden
por parte de la Presidencia.
No es ese el camino, no...
Si queremos entendernos,
esa es la senda equivocada para lograrlo...
Se supone que el Congreso es el punto
donde convergen todas las miradas...
Se supone que es y debe ser
un ejemplo para la convivencia...
Pero sólo se supone!
La realidad es otra...
(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración de Mateo Lahoz).
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