"Aprendiz de hombre".
Gonzalo Torrente Ballester.
Editorial DONCEL.
En aquellos lejanos tiempos, nada menos que cuando cursaba segundo de bachiller, que no hay que confundir con el de ahora, sino que correspondía al segundo año después de haber realizado el examen de ingreso, una asignatura dentro del grupo de " las Marías ", era y seguía siendo la " Formación del Espíritu Nacional".
La asignatura, en sí, constituía un latazo de mucho cuidado.
Normalmente, la impartía algún oficial instructor del extinto Frente de Juventudes, y, en su defecto un militar con rango de oficial.
Los incipientes bachilleres, teníamos dos obligaciones que cumplir: Tragarnos el libro designado, e ir llenando un cuaderno con dibujitos y comentarios. Cuantos más dibujitos, más nota. Lo que escribiéramos no tenía importancia... O muy poca...
Pero, mira por dónde, descubrí que los libros de F.E.N., resultaban muy sabrosos de leer. Ya lo experimenté con el de primero, "Vela y Ancla", cuyo autor, Eugenio de Bustos, estuvo muy acertado en la elección de los fragmentos que conformaban el texto. Conocí y supe de la existencia de José Martínez Ruiz, " Azorín", de D. Antonio Machado, a pesar de no estar demasiado bien visto por el régimen, debido a sus inclinaciones republicanas, y otros escritores de primer orden. También incluía la hazaña de Guillermo Tell, o ese cuento delicioso, proveniente de Japón, y titulado "El espejo de Matsuyama".
No podía faltar un espacio dedicado a José María Sánchez Silva, referido a la conmovedora historia de " Marcelino, pan y vino", que fue llevada al cine.
"Marcelino pan y vino".
José María Sánchez Silva.
Editorial DONCEL.
Tanto el libro como la película, fueron rechazados por los gurúes literarios y cinematográficos de la recién estrenada democracia, alegando que "olían a franquismo". Yendo a parar al olvido, naturalmente... Como contrapartida, elevaron hasta las olímpicas alturas, a escritores de segunda y tercera filas, y otros, cuyo único mérito se cifraba en haber pertenecido a la oposición. Esa especie de limbo, o saco sin fondo, para goce de los izquierdosos que nunca lo fueron, y que, en realidad, sólo eran disconformes con el anterior gobierno y su cariz autoritario.
Ocurrió lo mismo con José María Pemán, que, en realidad era monárquico. "El Séneca", estupendo personaje de su invención, tendría muchas cosas que enseñarnos en estos tiempos. Se mantuvo en televisión, desde 1964, hasta la muerte del protagonista, Antonio Martelo, en un accidente de carretera, acaecido en 1970. Y con un seguimiento extraordinario.
Antonio Martelo, protagonizaba "el Séneca",
con guión de D. José María Pemán.
Pues bien, en el otoño de 1963, el título elegido para fomentar nuestro nacional espíritu, fue " Aprendiz de hombre". Por Gonzalo Torrente Ballester... Sí, el mismo Torrente Ballester de "La saga/fuga de J.B.", " Don Juan", "Fragmentos de apocalipsis", " Crónica del rey pasmado", o la magnífica trilogía de "Los gozos y las sombras". Por citar algunos... Por cierto, que " Los gozos y las sombras", fue, acaso, el culmen de las adaptaciones de nuestra televisión. Con decir que llegó a tener más audiencia que aquella horterada de importación, "Dallas", y su controvertido JR...
Los gurúes son peligrosos. Sobre todo, los que se atrincheran en un medio informativo. Si además, el medio es afín a una ideología, el gurú no tiene límites. En los años ochenta, los sábados compraba " El país ". Más que nada, por su suplemento. Era interesante, con monografías muy elaboradas, artículos profundos y secciones muy brillantes. En cierta ocasión, un comentarista, a quien "se le veía el plumero", calificaba a " Ben-Hur" como "la nefasta novela del general Lewis Wallace".
Relato archileído, llevado al cine, y que nos ha emocionado a todos. Pues bien, el autor del artículo, que seguramente tuvo su pequeño instante de gloria, dejó bien clara su posición. Hoy, nadie sabría decir qué ha sido de él...
Volviendo a " Aprendiz de hombre", Torrente Ballester me ayudó a subir unos escalones en la comprensión del mundo y de la vida... Adquirí nuevos valores, que acaso ignorara que existieran... Y unos principios válidos para cualquier época y para cualquier ideología...
Pasaron diez años... "La saga/fuga de J.B.", me atrapó de tal modo, que leí la obra con verdadera avidez.
Siguieron "Fragmentos de Apocalipsis", y " Don Juan". En los "Fragmentos...", descubrí un mundo de elaborada fantasía y finísimo humor, a partir de una dolorosa realidad.
Y en "Don Juan", una versión del mito, plena de aspectos insospechados.
"Los gozos y las sombras".
Gonzalo Torrente Ballester.
Alfaguara.
Los gurúes son peligrosos. Sobre todo, los que se atrincheran en un medio informativo. Si además, el medio es afín a una ideología, el gurú no tiene límites. En los años ochenta, los sábados compraba " El país ". Más que nada, por su suplemento. Era interesante, con monografías muy elaboradas, artículos profundos y secciones muy brillantes. En cierta ocasión, un comentarista, a quien "se le veía el plumero", calificaba a " Ben-Hur" como "la nefasta novela del general Lewis Wallace".
" Ben-Hur".
Editorial Mateu.
Colección "Cadete".
Ilustraciones de Fariñas.
Relato archileído, llevado al cine, y que nos ha emocionado a todos. Pues bien, el autor del artículo, que seguramente tuvo su pequeño instante de gloria, dejó bien clara su posición. Hoy, nadie sabría decir qué ha sido de él...
Volviendo a " Aprendiz de hombre", Torrente Ballester me ayudó a subir unos escalones en la comprensión del mundo y de la vida... Adquirí nuevos valores, que acaso ignorara que existieran... Y unos principios válidos para cualquier época y para cualquier ideología...
Pasaron diez años... "La saga/fuga de J.B.", me atrapó de tal modo, que leí la obra con verdadera avidez.
" La saga/fuga de J.B."
"Fragmentos de Apocalipsis".
Gonzalo Torrente Ballester.
" Áncora y Delfín".
Y en "Don Juan", una versión del mito, plena de aspectos insospechados.
" Don Juan".
Gonzalo Torrente Ballester.
"Áncora y Delfín".
Todavía me sigue fascinando esta novela, y suelo releer, de vez en cuando, algún pasaje o capítulo, acaso en de una mayor y mejor comprensión del mensaje transmitido por su autor. Quien se hace preguntas, o filtra una serie de humanas incógnitas, muestra posibilidades, y, con su toque personal, no renuncia al humor.
Incluso en los momentos más dramáticos. "Don Juan", quizás fuera un instrumento para volcar sus propias reflexiones, sus vacilaciones y dudas. Estamos acostumbrados a mito estático, previsible, monolítico. Gonzalo Torrente Ballester se salta a la torera toda la tradición. Y coloca ante nosotros un " burlador" distinto, atemporal, que lo mismo se desenvuelve en su Sevilla natal, que en el París de la segunda mitad del pasado siglo.
Gonzalo Torrente Ballester.
Premio Cervantes.
Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Premio Nacional de Narrativa.
Premio Planeta.
Entre muchos otros...
(Archivo: cuevadelcoco).
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