Lo encontré por casualidad...
Hacía una noche
demasiado buena
para haber cruzado
el "ecuador" del otoño...
Y no era un grafiti
de los tantos que contemplamos
a lo largo del año,
aquí o allá...
La música,
era el hilo conductor,
que unificaba las imágenes...
Contenía mucho más...
Era la expresión de un sentimiento,
del efímero
y a la vez permanente,
espiritu de la musica...
Sonidos que conmueven,
que se aferran a nuestra memoria,
y que ya,
nunca nos abandonan...
En la noche otoñal,
esas notas silentes del grafito,
evocaban
el ansia del mundo
por sentirse vivo...
(Archivo: cuevadelcoco.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).
del efímero
y a la vez permanente,
espiritu de la musica...
Sonidos que conmueven,
que se aferran a nuestra memoria,
y que ya,
nunca nos abandonan...
En la noche otoñal,
esas notas silentes del grafito,
evocaban
el ansia del mundo
por sentirse vivo...
(Archivo: cuevadelcoco.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).
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