Cuando tenía 12 años,
mi padre me regaló un libro
de trabajos manuales...
Como construir un motor eléctrico,
una cámara oscura,
un microscopio,
o un telescopio...
Lo leí con autentica avidez,
ya que mi curiosidad
ha sido siempre inagotable...
Y, una mañana de septiembre,
cuando aún quedaban tres semanas largas
antes de comenzar el nuevo curso,
decidí construir
el que fue mi primer telescopio astronómico...
Siguiendo las indicaciones del libro,
fue una labor
relativamente fácil.
El telescopio más sencillo,
como lo fue el mío,
se compone de dos lentes,
y un tubo para alojarlas.
Observemos el dibujo:
La luz,
penetra por la lente que sirve de objetivo.
Se forma una imagen invertida,
que la lente ocular agranda.
Utilicé dos tubos de cartón,
con el interior pintado de negro,
para evitar aberraciones.
Eran de distinto diámetro.
El de más abertura,
alojaba el objetivo,
una lente de gafas,
de, aproximadamente una dioptría positiva.
El otro tubo,
que se deslizaba
por el interior del primero,
portaba el ocular.
Una pequeña lente de aumento...
El sistema de enfoque...,
lo más sencillo del mundo:
Al deslizar el tubo
de diámetro menor,
por el tubo que lo contenía,
se lograba una imagen nítida,
muy definida...
Había construíido
un telescopio refractor,
igual, en principios,
al ideado por Galileo....
(Archivo: cuevadelcoco).
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