lunes, 21 de septiembre de 2015

...levedad de los días...

 
 
...la verdad de los días...,es que avanzamos en el tiempo...
 
...no nos damos cuenta,
 
o eludimos hacerlo,
 
por ese miedo oculto a saber

que estamos consumiendo tiempo...
 
 
...y que nos deja un sabor entre ácido y amargo,
 
porque, día que se va, día que no vuelve...
 
 
¡ Y siempre la frágil memoria humana...!
 
 
Luna en cuarto creciente.
 
 
Ayer, cuando volvíamos a casa,
 
contemplé fugazmente la D de la Luna...
 
 
¡El último creciente de verano...!
 
 
Y, de pronto, una incierta melancolía,
 
una tristeza vagabunda,
 
anidaron en mí...
 
 
¡El verano se va...!
 
 
El íntimo gozo de contemplar la luz
 
en las primeras horas de la mañana,
 
ya no es posible...
 
 
Y los lánguidos e interminables atardeceres...,
 
también se han ido...
 
 
Siento el mismo temor,
 
que cada año se acrecienta,
 
de volver a las sombras...
 
 
A las interminables horas oscuras,
 
que son las noches invernales...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


viernes, 18 de septiembre de 2015

Aurora Charlo: El difícil arte de la acuarela...

 
 
 
Siempre hay, siempre existe, una referencia en el tiempo...
 
Fue hace veinte años, poco más o menos,
 
cuando contemplé por primera vez,
 
la obra de la acuarelista Aurora Charlo...
 
 
 
El agua, desciende libremente...
 
 
Desde entonces, he seguido con interés
 
la trayectoria de esta artista,
 
que, bien se merece este honroso título,
 
en estos tiempos,
 
donde cualquier manchador de superficies,
 
se coloca esa inmerecida medalla...
 
Aurora, es una artista plena...
 
Y se lo ha ganado a pulso...
 
 
 
"El paseo", silencio y soledad...
 
 
Si ella tiene una característica clara,
 
es la de que su obra es inconfundible...
 
Aun sin firma,
 
al contemplar una de sus obras,
 
podemos afirmar enseguida:
 
"- Es de Aurora Charlo...!"
 
 
 
El agua, la nieve, los bosques...
 
 
Su técnica, no se desliza precisamente
 
por un camino fácil...
 
Los temas que trata,
 
estoy seguro de que echarían atrás
 
a muchos cultivadores de este medio al agua...
 
Aurora Charlo no admite concesiones:
 
El resultado final,
 
ha de ser rotundo, pleno, sólido...
 
 
 
Las lejanías, brumosas, inciertas,
y una superficie que refleja,
como un espejo insobornable,
esa luz difusa...
 
 
Conoce su oficio,
 
y las posibilidades de ese oficio,
 
adquiridas a base de probar,
 
experimentar,
 
buscar continuamente...
 
Un abismo cualitativo,
 
separa su obra,
 
plenamente profesional,
 
de la de los meros aficionados...,
 
con todos mis respetos a ellos...
 
¡Ojalá hubiera más...!
 
 
 
Sugerencia: economía de medios...
 
 
Le bastan unas pinceladas,
 
unos breves toques,
 
para sugerirnos ese paisaje que contempla...
 
El acuarelista,
 
ha de ser, siempre,
 
quien nos dé,
 
de primera mano,
 
quien nos facilite,
 
"apriorísticamente",
 
(...mis disculpas por el término...),
 
la emoción, la vivencia,
 
el sentimiento...,
 
ante al tema enfrentado...
 
 
 
El agua, viva...
 
 
Me gusta su atracción,
 
cuyos orígenes desconozco,
 
por el agua en movimiento,
 
por las aguas bravas,
 
que no admiten barreras
 
en su constante fluir hacia lechos calmos...
 
Impresiona la "sensación de realidad",
 
estremece la captación de la líquida violencia...
 
Y, todo ello, sin caer,
 
de ningún modo,
 
en dramatismos innecesarios...
 
 
 
La quietud de un valle...
 
 
Y, sin más,
 
sentimos la belleza inmediata
 
de un invierno en la montaña...
 
Porque Aurora Charlo,
 
es, forzosamente viajera...
 
Acaso el viejo dicho:
 
"...donde los ojos no pasean...",
 
constituya su constante actitud...
 
 
 
La playa solitaria...
 
 
Austera de color,
 
ese color desplegado
 
que guarda para sus temas "de casa",
 
esos bodegones amables,
 
cariñosamente tratados,
 
íntimos, y, sin duda,
 
conformantes del "otro lado",
 
austera, decía,
 
valiéndose de pardos,
 
de su eterno ultramar francés,
 
configura su universo temático.
 
 
 
Reflejos en el agua, constante y magnífico empeño...
 
 
Me da por imaginar a Aurora Charlo,
 
con su escueta mochila,
 
donde transporta sus útiles imprescindibles,
 
recorriendo caminos,
 
deteniéndose ante la belleza de un pequeño cauce,
 
o, soñando despierta,
 
ante la grandiosidad de un horizonte...
 
Ella está,
 
donde está la luz...
 
La luz...,
 
la meta de todos los artistas...
 
Frío, lluvia, viento...,
 
no importan...
 
Su cuaderno de apuntes se llena de imágenes,
 
porque vive ajena al tiempo,
 
ajena a todo lo que no sea su atracción
 
por esa naturaleza,
 
con la que decidió desposarse...,
 
 
 
 
 Breve huella de la presencia humana...
 
 
Distancias, brumas, agras bravas,
 
horizontes que cautivan la mirada...
 
 
¡Qué duda cabe,
 
de que son el amor de su vida...!
 
Por eso mismo,
 
nunca estará sola...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco).
 
 
 
 


jueves, 17 de septiembre de 2015

...caminante, no hay camino...

 
 
"El caminante contempló la luz del crepúsculo, tamizada por los árboles, y sintió un incierto desasosiego..., pero, un instante después, supo, y sólo él podía saberlo, que era hora de volver a tomar el cayado, de preparar sus ropas de abrigo, su calzado resistente..., y reiniciar su peregrinaje...
 
 
 
 
Ese momento de luz, tan bello, tan frágil y quebradizo, tan fugaz..., era la señal de que el estío se iba, se iba una vez más...
 
Habían sido días luminosos, días increíbles, de amaneceres gloriosos sobre las rocas...
 
Y el Coco lo sabía..., y estaba triste...
 
- ...partirás, y me quedaré solo de nuevo,
sin nadie que me cuente las historias que tú me regalas cada noche...,
con las que consigo dormir..., o, al menos,
sentirme en ese dulce estado,
entre el sueño y la vigilia,
suspendido entre el cielo y la tierra...
 
El caminante contempló al Coco,
con una mirada cariñosa...,
y no supo qué decir...
 
-...volveré...
 
Fue lo único que sus labios pronunciaron, antes de que se extinguieran
las luces del crepúsculo...
 
¡Aún quedaba esa noche...!
 
- ¿Me contarás una historia más...?, preguntó el Coco
 
 - ...sí, dijo el caminante, y le refirió  una vieja leyenda, que nadie más había escuchado, y que sólo él sabía...
 
Y el Coco volvió a su limbo, envuelto en mágicas ensoñaciones...
 
Ninguno de los dos, quería pensar en el día siguiente..."
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).



martes, 15 de septiembre de 2015

Poesía, cada día... ¡...septiembre...!



Ha llovido esta noche...
 
Y entre sueños,
la lluvia, mansa, suave,
derretía,
esas ardientes horas,
que van del mediodía
hasta el atardecer...
 
En las alcobas,
quiméricas alondras dormitaban,
sumidas en hipnóticas visiones...
 
Un oscuro amanecer,
grises nubes de pizarra,
y a lo lejos,
la invisible lejanía,
que carcome la esperanza...
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco)
 
 
 

sábado, 12 de septiembre de 2015

Epístola cuasi-equinoccial a D. Artur Mas, con motivo de la Diada.

 
 
 
Sr. Mas: me dirijo a usted, y ya no es la primera vez,
 
con la intención de decirle algunas cosas,
 
acerca de su actuación,
 
porque, desde luego, me parece bastante alejada
 
de lo que debiera ser una ética propia de un presidente autonómico.
 
Aunque..., usted, la ética, se la pasa por donde quiere...
 
Y las leyes también...
 
Y las sentencias, lo mismo...
 
Con su modelo personal,
 
se podría escribir el
 
"Tratado del perfecto oportunista"...
 
Tras su estereotipada sonrisilla conejil,
 
se esconde mucho más:
 
El personal deseo de hacer de su capa un sayo,
 
con tal de seguir en el poder,
 
y, para ello, utiliza y se camela,
 
(¿...cómo lo hace...?),
 
a una serie de acólitos,
 
que son los que dan el callo de verdad,
 
en el asunto de la "independencia".
 
Nicolás Maquiavelo,
 
no lo hubiera tomado como ejemplo...,
 
porque Maquiavelo, a pesar de los pesares,
 
tenía su bonhomía...
 
¡Usted no...!
 
Basta ver, que lleva años en una constante:
 
La de meter en follones al pueblo catalán,
 
que, sin comerlo ni beberlo,
 
se ve embadurnado
 
con la plasta de una pretendida independencia,
 
que..., no sabemos cómo terminará...
 
No puedo calificarlo de trepador,
 
porque el "trepa" es hábil, discreto,
 
y, de algún modo,
 
hace las cosas bien...
 
Usted, es, sencillamente, un chapucero...
 
Ya no es la primera vez que no acude a la Diada...
 
¿Por qué será...?
 
Acaso, porque una de sus pocas virtudes,
 
consiste en "nadar y guardar la ropa"...
 
¡Eso sí que lo hace bien...!
 
O... ¿existen otros motivos...?
 
En fin...
 
Lo que está claro es que para usted,
 
"nada tiene desperdicio",
 
a la hora de reafirmarse en su pedestal...,
 
que, me da la impresión
 
de que tiene una base de arcilla blanda,
 
como el ídolo bíblico...
 
Usted no estuvo en la Diada...
 
Pero se aprovechó de ella...
 
Desde luego, la candidez de sus acólitos,
 
simpatizantes,
 
y socios, (¿...socios...?),
 
es más clara que un cielo de amanecer...
 
Ya está visto, que tras el telón del soberanismo,
 
algo que a usted le importa un oimiento,
 
está la voluntad de gobernar, y gobernar,
 
y gobernar...,
 
"hasta que la muerte lo separe"
 
de su media naranja,
 
que es la ambición política de perpetuarse en el poder...
 
La Diada, ya no es lo que antaño fuera...
 
No es una Diada de todos,
 
sino de una minoría...
 
Su minoría...
 
¡Fíjese a lo que hemos llegado...!
 
¡O lo que ha llegado a hacer,
 
sólo por su avaricia de gobernar...!
 
Siga, siga utilizando medios,
 
dinero público,
 
engatusando a la ciudadanía,
 
y muchas otras trapisondas...,
 
y siga confiando en su buena suerte,
 
señora muy voluble,
 
que hoy te sonríe,
 
y mañana te da la espalda...
 
No sé..., Sr. Más,
 
pero creo que usted está periclitando
 
a marchas forzadas...
 
Y el último batacazo es el peor...
 
Mientras, siga soñando,
 
que, de momento, soñar es gratis...
 
¡Tenga usted buenos días, Sr. Mas!
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco).


martes, 8 de septiembre de 2015

Ocaso en Zaragoza...

 
 
 
Imagen un tanto caótica,
 
de un atardecer sobre la Basílica
 
de N.Sra. del Pîlar...
 
 
 

 
 
Esta ciudad,
 
de vez en cuando,
 
se ve ornada
 
por magníficos atardeceres...
 
 
Fugaces momentos de luz...,
 
que es mejor recoger cuanto antes...,
 
o se van...,
 
se diluyen...
 
 
 
El Dr. José Manuel Blecua,
 
Académico Correspondiente
 
de la R.A. E. de la Lengua,
 
ya me comentaba hace muchos años,
 
que los atardecer más espectaculares,
 
se dan aquí, en Zaragoza...
 
 
Sobre el Ebro...
 
 
Y él, que coleccionaba atardeceres,
 
lo sabía mejor que nadie...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco.
 
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
 

...las luces del ocaso...

 
 
 
 
 
 
 
...el ocaso...
 
...existen más obras pictóricas
de ocasos que de amaneceres...
 
...el amanecer es rápido,
vivaz,
impaciente...
 
...los ocasos son lentos...
 
...viven ajenos al tiempo real...
 
...y los contemplamos...,
porque,
sin darnos cuenta,
son un reflejo de nosotros mismos...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).

...todas las mañanas pasa un pájaro...

 
 
...todas las mañanas pasa un pájaro...
 
Escucho su grito,
 
agudo, estridente,
 
que rebota en el silencio
 
de los muros de la Catedral,
 
en la plaza desierta,
 
y que se pierde en la distancia...
 
No sé cómo es el ave que pasa...
 
Creo que es grande...
 
Pero siempre que intento contemplarla,
 
ya se ha ido...
 
Pasa a una hora fija...
 
Bueno..., más o menos...
 
Sobre las siete de la mañana, cuando me levanto...
 
A veces, su vuelo se adelanta,
 
y, medio en sueños,
 
lo escucho...
 
 
 
 
 
 
 
 
...por el grito.
 
puede que sea una gaviota...
 
Sigo sin saberlo...
 
¿A dónde se dirige...?
 
¿Dónde pasa la noche...?
 
No lo sé...
 
Lo único cierto,
 
es que lanza su grito,
 
todas las mañanas...
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco).
 
 
 
 
 
 

sábado, 5 de septiembre de 2015

En Zaragoza: Café "Nolasco"...

 
 
Siempre he sido de cafeterías, y cuanto más tranquilas y acogedoras, mejor...
 
El Café "Nolasco", en Zaragoza, es el paradigma de las que,
 
personalmente, me gustan...
 
 
 
 
Entrada del Café "Nolasco".
 
 
Su apariencia apacible, ya desde la calle,
invita a entrar, a pasar un rato,
bien solo, bien con un amigo..., o amiga...
 
Tonos discretos,
ya desde la calle...
 
 
 
Los "jardines colgantes"...
 
 
Una pared, con estanterías del suelo al techo,
plenas de plantas...
 
Se agradece ese toque de verdor...,
descanso para la vista...
 
Versión divertida
de los "jardines colgantes"...
 
Todo un acierto...
 
 
 
Este pájaro oscuro,
sorprende, por su aspecto casi real,
cuando lo descubrimos entre las ramas,
que caen en suave cascada...
Uno auténtico,
sería pedir demasiado...
Bueno...,
esto es una leve nota de humor...
 
 
 
Las sólidas rejas de forja,
no sirven para cerrar este espacio,
sino para guardar su ambiente íntimo y apacible...
 
 
 
Detalle de una de las rejas,
de hierro forjado...
La sinuosidad de los adornos,
sirve de contraste
a la solidez del conjunto...
 
 
 
El "jardín de las delicias"...,
una tentación para golosos...,
como yo...
 
 
 
No hay quién se resista...
Y, ciertamente, el "cake" de naranja...,
¡¡¡buenooooo...!!!
Eso quería decir: ¡Exquisito, tierno, jugoso...!
Repetí...
 
 
 
¡Sí, señor!
Escrito como mandan los cánones de la lengua gala...
Si no, no es francés...
!Jajaja...!
 
 
 
Un amplio corredor entarimado,
que sigue la fachada de las ventanas,
da acceso a la que yo llamo
"la zona oriental"...
 
 
 
La decoración mural,
un tanto "oppartiana".
se basa en una gama
de azules grisáceos,
que dan lugar a esta composición,
separada del muro
por una sencillísima moldura blanca.
 
No distrae la atención,
y contribuye a que la atención no se desvíe
en elementos formales...
 
¿lugar de meditación...?
 
Pudiera ser...
 
 
 
Detalle compositivo de uno de los murales...
¿Mondrian..., Victor de Vasarely...?
¡Podría ser...!
 
 
A la entrada, una selección de revistas:
Moda, decoración...
Y la prensa diaria...
 
 
Un cómodo sofá,
que casi invita al sueño,
unas mesas y sillas de diseño
práctico y elegante,
conforman la "zona de estar".
 
 
Detalle importantísimo:
Los servicios se mantienen continuamente
como los chorros del oro...
Impecables...
Con un modo automático de iluminación,
y los más modernos, actuales y eficientes
dispositivos para satisfacer...,
bueno..., todos y todas sabemos qué...
¡Jajaja...!
Y situados con discreción...
 
 
El personal, de trato amabilísimo
y pleno de simpatía,
nos aconseja sobre las "suculencias"
más solicitadas,
y nos sugiere probar alguna nueva espacialidad...
 
 
En definitiva: Café "Nolasco",
es algo más...
 
Me imagino las tardes del próximo otoño,
leyendo algún libro interesante,
o bien, trabajando con el portátil...
Zona Wi-Fi, por supuesto.
 
Agradezco a Café "Nolasco", 
las facilidades que me proporcionaron
para realizar este reportaje,
al tiempo que felicito a sus propietarios,
y los animo a continuar en su línea,
impecable, discreta, elegante...,
y..., por supuesto,
plena de irresistibles delicias
para nuestro, ya avezado paladar...
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cueva del coco.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


jueves, 3 de septiembre de 2015

¡...querida abuela...!

 
 
 
¡...querida abuela...!
 
Una vez más,
en este mes de agosto,
de elevadas temperaturas
y noches sofocantes,
he llegado,
a primeras horas de la tarde,
hasta ese camposanto,
al pie de la montaña...
 
¡Qué te diría yo...!
 
Que ha pasado un año,
que este país va de mal en peor,
por muchas doradas píldoras que nos ofrezcan...,
que si volvieras a las calles de nuestra pequeña ciudad,
sólo reconocerías algunas de ellas...
 
A mí..., también me va pasando el tiempo...
 
Grano a grano,
lenta,
imperceptiblemente,
pero implacable al fin,
la arena de mi reloj
va teniendo más "tiempo"
abajo que arriba...
 
¡Ay, abuela...!
 
¿Te acuerdas del reloj del comedor,,,?
 
Aquí está, conmigo,
a pesar de las muchas envidias,
malsanas todas,
que sigue suscitando...
 
Suena como siempre...
 
Vivaz, alegre,
cuando se le acaba de dar cuerda...,
lento, melancólico,
cuando la cuerda se termina...
 
 
 
 
     Cementerio de Jaca.
Al fondo, la Peña Oroel.
 
 
 
 
Hace diez años,
diez años nada más,
aún hacía planes...
Ahora..., ¡no me atrevo...!

¡Querida abuela...!

Dos tiestos de geranios,
uno rosa, otro rojo,
han quedado allí,
testigos de esa tarde...

Y recuerdo ahora,
el último verano
que pasamos juntos...

¡Un verano feliz...!

Yo pintaba un rato cada tarde,
y tú, venías a ver mi último cuadro...

¡Abuela...!

Todavía sueño contigo...

Te contemplo al final de ese camino,
y me acerco,
me acerco deprisa,
pero siempre llego tarde,
porque ya te has ido...

Abuela...,
¿me tenderás la mano...,
esa mano suave,
que ya no me acaricia...,
cuando tenga que dar el paso,
al lugar sin tiempo
donde estás ahora...?

¡Seguro que sí...!

A pesar de los años,
a pesar de las tormentas de la vida,
de las sombras y luces,
no te olvido...

Y es que...,

¡te quiero, abuela!










(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).