"Adoración de los Reyes".
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.
Sevilla, 1599 - Madrid, 1660.
Diego Velázquez,
centra la atención del espectador
en el resplandor que emana
de la Virgen y el Niño,
que ilumina y centra la escena,
sobre un fondo sombrío,
del que destacan
las débiles luces
más allá de las montañas.
Velázquez,
no gustaba de la pintura religiosa,
pero, en este caso,
quizá por la dulzura y el gozo
que irradia el acontecimiento,
ha sabido dotarlo de un especial cariño,
pero siempre fiel a su forma de hacer,
a su excepcional maestría.
(Archivo: cuevadelcoco).
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