Mañana luminosa de invierno...
posado en una rama desnuda,
esponjándose al leve calor
del sol de enero...,
allí estaba...
inquieto,
un tanto temeroso...
Y me quedé un buen rato,
observándolo...
Iba y venía...,
incansable...,
hasta que,
quizás asustado por alguno
de los innumerables ruidos
y estrépitos de la ciudad,
con un rápido vuelo,
desapareció, se fue...
Y sentí algo así como si una nube
hubiera ensombrecido el mediodía
durante unos instantes...
(Archivo: cuevadelcoco).
(Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
1 comentario:
Muy lindo.
Publicar un comentario