El Alto de Aratorés,
es uno de esos lugares
que jamás se borran de la memoria...
La primera vez, fue...,
bueno...yo tenía quince años...
Era una tarde de julio...
Y estuve casi una hora
contemplando esos panoramas,
tanto al norte como al sur...
Volví otra vez,
en pleno invierno...
Y no había cambiado...
También conservo el recuerdo
de una tarde de agosto,
tormentosa...
Estas navidades,
he vuelto de nuevo...
Hacía frío...
El Collarada,
con la cumbre cubierta por las nubes...
Y el valle...
Aratorés, Villanúa...
Silencio...
Caían algunos copos de nieve,
diminutos, leves, delicados...
Como en una estampa japonesa...
Hacia el Sur...
La nieve en el Alto de Aratorés...
El Collarada,
con la cima
cubierta por las nubes...
El magnífico valle,
con el Collarada al fondo...
También podemos contemplar Villanía,
y abajo, a la izquierda, Aratorés...
El valle en invierno...
Igualmente atractivo...
Hacia el NO...
Poco ha cambiado...
En Aratorés...
(Archivo: cuevadelcoco).
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