No creo que el anuncio de huelga le hubiera quitado el sueño en momento alguno...
Y la jornada de huelga, tampoco...
¿Qué maniobras efectuará...?
Se limitará a realizar algunas concesiones, inocuas, verdaderos placebos políticos, y...
sanseacabó...
Ha cumplido con su deber...
Incluso figurará como víctima de la incomprensión de los españoles, cuando él, ¡pobrecito...!, sólo tiene como meta sacar adelante el país...
Hay quien vive de sueños...
Por eso duerme tanto..., aunque despierto...
El soñador de la UE...
Con más moral que el Alcoyano, que perdía por 14 a cero y aún pedía prórroga...
(Dicho popular en Aragón, un tanto en desuso...)
jueves, 30 de septiembre de 2010
29 de septiembre: Huelga general...
Para que un sindicato pueda considerarseo como tal, la condición "sine qua non" se basa en que dicho sindicato sea completamente libre.
Y la libertad de un sindicato, se fundamenta en su indepencia, que contiene varios aspectos, entre los que destaca, de manera límpida y cristalina, la independencia económica.
Si se basta a sí mismo, si es capaz de autofinanciarse, ese sindicato, sus responsables, y cuantos a él pertenecen, podrán salir a la calle con la cabeza muy alta, porque no deberán nada a nadie, y su única preocupación consistirá en luchar por el bienestar de sus afiliados, que depositan en él sus problemas y reivindicaciones...
Sindicalmente, existen dos polos opuestos, el sindicato americano, que sobrevive a duras penas, porque la actitud personalista "made in USA", así lo exige, es decir, el individualismo por encima de todo.
Y el modelo alemán, donde los trabajadores se agrupan alrededor de su sindicato como una piña, satisfacen sus cuotas, y confían plenamente en que cuantos conflictos puedan originarse, serán
negociados y resueltos, teniendo en cuanta que el trabajador de deberá perder terreno, sino ganarlo. Resueltos a su favor, claro está...
Aquí, en esta merienda de negros, y lo digo sin ánimo de ofender, porque es una expresión que aprendí de muy joven, y no me la he podido erradicar del pensamiento, además tiene una cierta connotación festiva, de orden y de desorden, de alegría en una celebración, pues aquí, digo, todo funciona a golpe de talonario.
Las subvenciones, a la arden del día.
No soy quien para fiscalizar las cuentas de un sindicato, pero me da la impresión de que esas subvenciones no van totalmente encaminadas a una formación seria y completa del trabajador, sino que se diluyen en cursillos descafeinados, que, en la práctica, carecen de valor...
Este año, UGT y CCOO, parece que han recibido de la ubre del estado, la respetable e indignante cantidad de 5oo €, ¡...chúpate esa...!
Así que se llega a la conclusión de la huelga de aye, 29 de septiembre, no tiene valor, no sirve para nada, porque llega tarde, y un deja de ser un paripé más, hecho a trío: Don José Luis, UGT
y CCOO.
Además, al señor RZ, le viene de perillas, máxime cuando la UE le va a pedir cuentas en breve,
y salvará el tipo alegando que tiene al país en contra de él...
En el colmo del cinismo, de la hipocresía y del más negro fariseísmo, afirmaba, un par de días de antes que... "la huelga me produce mucho respeto..."
Ya...
¡Pero, señor suyo, si usted forma parte de la comparsa...!
Y la libertad de un sindicato, se fundamenta en su indepencia, que contiene varios aspectos, entre los que destaca, de manera límpida y cristalina, la independencia económica.
Si se basta a sí mismo, si es capaz de autofinanciarse, ese sindicato, sus responsables, y cuantos a él pertenecen, podrán salir a la calle con la cabeza muy alta, porque no deberán nada a nadie, y su única preocupación consistirá en luchar por el bienestar de sus afiliados, que depositan en él sus problemas y reivindicaciones...
Sindicalmente, existen dos polos opuestos, el sindicato americano, que sobrevive a duras penas, porque la actitud personalista "made in USA", así lo exige, es decir, el individualismo por encima de todo.
Y el modelo alemán, donde los trabajadores se agrupan alrededor de su sindicato como una piña, satisfacen sus cuotas, y confían plenamente en que cuantos conflictos puedan originarse, serán
negociados y resueltos, teniendo en cuanta que el trabajador de deberá perder terreno, sino ganarlo. Resueltos a su favor, claro está...
Aquí, en esta merienda de negros, y lo digo sin ánimo de ofender, porque es una expresión que aprendí de muy joven, y no me la he podido erradicar del pensamiento, además tiene una cierta connotación festiva, de orden y de desorden, de alegría en una celebración, pues aquí, digo, todo funciona a golpe de talonario.
Las subvenciones, a la arden del día.
No soy quien para fiscalizar las cuentas de un sindicato, pero me da la impresión de que esas subvenciones no van totalmente encaminadas a una formación seria y completa del trabajador, sino que se diluyen en cursillos descafeinados, que, en la práctica, carecen de valor...
Este año, UGT y CCOO, parece que han recibido de la ubre del estado, la respetable e indignante cantidad de 5oo €, ¡...chúpate esa...!
Así que se llega a la conclusión de la huelga de aye, 29 de septiembre, no tiene valor, no sirve para nada, porque llega tarde, y un deja de ser un paripé más, hecho a trío: Don José Luis, UGT
y CCOO.
Además, al señor RZ, le viene de perillas, máxime cuando la UE le va a pedir cuentas en breve,
y salvará el tipo alegando que tiene al país en contra de él...
En el colmo del cinismo, de la hipocresía y del más negro fariseísmo, afirmaba, un par de días de antes que... "la huelga me produce mucho respeto..."
Ya...
¡Pero, señor suyo, si usted forma parte de la comparsa...!
lunes, 27 de septiembre de 2010
La peseta...
La peseta..., la familar y vieja peseta...
Abres un cajón, y de pronto, allá, en el fondo, entre otros cachivaches, te encuentras una peseta...
¡Una peseta...!
Y piensas: "¡..qué pequeña es...!"
De las últimas, de las que precedieron al Sr. Euro...
¿Aluminio...?
Puede que sí...
El caso es que te parece tan insignificante...
La tomas con los dedos, y es tan liviana..., tan frágil...
Y, entonces, dan ganas de echarse a llorar...
Y la dejas otra vez donde estaba, con un suspiro...
Porque es la imagen de un tiempo que se fue..., y que no volverá...
Y mientras, piensas que esa diminuta peseta es como el augurio de un país que va a la deriva,
donde todo son paños calientes, situaciones de compromiso, dificultade para todo, hasta para
respirar...
Nada funciona, nada se mueve en una dirección fija, no hay un norte, no hay nadie en quien confiar...
Papá Estado, dice que no es padre de nadie, padrastro a lo sumo...
Y que, a la mínima, te da un cañazo...
Económico, moral, social, político, o..., un cañazo de verdad si te descuidas...
¿Nos hundimos...?
Alguna que otra vez, vemos que una rata abandona la nave...
¡Mmmmmm...!
Y..., ¿si un día vemos una desbandada de ratas...?
Mientras, intentas seguir adelante, contra corriente, que es más difícil...
Porque el Gobierno ha invertido el curso natural de las cosas...
El ya no ínclito y muy periclitado Jefe del Ejecutivo, sigue con sus payasadas, dentro y fuera del país...
Y no sabes por qué esa teja que ves en la acera..., o esa piel de plátano con la que casi te partes los pìños..., o...
Y consideras que no hay que desear mal a nadie...
Pero..., ¡es que tenemos tanta mala leche acumulada...!
¡Tantísima.!
Y te ves impotente, desvalido, inseguro, y sales a la calle para enfrentarte al día, cuando quisieras esconderte en fondo de un armario, entre la ropa de invierno, que has ido preparando estos días, porque ya hace frío...
Vamos a entar en octubre.
Y..., sigues, sigues...
Al llegar la noche...
No sé..., al llegar la noche...
Una infinita soledad en el alma...
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CuevadelCoco,
peseta.27 de septiembre de 2010.
sábado, 25 de septiembre de 2010
La sombría Eternidad...
El hombre..., y lo digo genéricamente..., el ser humano, hombres y mujeres, mujeres y hombres, (...en estos timpos, hay que andar con pies de plomo, cuando la democracia, más que proporcionarnos satisfacciones, comienza a ser un fastidio...), sencilla y llanamente, no es feliz.
Jorge Luis Borges, en uno de sus deliciosos, profundos y holgadamente eruditos relatos, habla del tigre.
El tigre, dice, es eterno, porque no tiene conciencia de su muerte.
Cumple con las tres funciones básicas de todo ser vivo, esto es, nutrición, relación y reproducción...
Y luego, desaparece de la lista y el número de seres vivientes...
El paramecio, el gorrión, tan familar y atrevido, esa mariposa de brillantes colores, la calabaza del huerto del pueblo..., todos cumplen con los tres requisitos...
Y un día, un día cualquiera, sus constantes vitales se desvanecen...
Y no por ello deja de girar la Luna alrededor de la Tierra, ésta, alrededor del Sol, y éste no se detiene en su peregrinar por la Galaxia...
No creo que con nosotros suceda algo distinto.
Nuestra infelicidad radica en un castigo que es la capacidad de reflexión.
Pensamos, y el hecho de pensar nos convierte en desgraciados.
Para atenuar esta desgracia, o para aprovecharse de ella, los más espabilados de la especie,
hace miles y miles de años, desdoblaron la realidad, que por lo visto les quedaba estrecha, y establecieron una frontera, muy peligrosa por cierto, emtre lo natural y lo sobrenatural, alzándose como portavoces de la última posibilidad...
Cuando apenas tenía seis años e iba al vecino colegio con mi bata de rayas blancas, grises y azules, me sentaba cada tarde, tras la fastidiosa jornada escolar, al lado de mi abuela, mientras
iba rosegando el pan con chocolate, (..."Nestlé", por supuesto...).
Y hablábamos.
Ella, con las gafas próximas a la punta de la nariz, y pendiente de su labor de ganchillo, y yo, atento a los gatos que se paseaban por el muro de la terraza, siguiendo sus divertidos juegos.
Y le preguntaba que quien inventó el tenedor.
"...alguien que no quería pringarse los dedos comiendo macarrones...", respondía...
Hasta que en cierta ocasión, le pregunté que quién había inventado la cama.
Esta vez, me miró, un tanto sorprendida, detuvo un momento su quehacer, pero, enseguida volvió a él, y sin perder la compostura, ni la cuenta de los puntos, dijo:
"...alguien muy listo, hijo mío, alguien muy listo..."
Mi abuela, como todas las benditas abuelas que en el mundo han sido, pasaba olímpicamente de las disquisiciones metafísicas propias de Borges, y daba su versión del mundo y de las cosas en un lenguaje llano y directo...
Aunque, aquella tarde...
En fin...
Bien, pues aceptemos que existe un mundo sobrenatural...
Don Miguel de Unamuno afirmaba que lo contrario sería injusto...
Se saltaba a la torera quintales y quintales de argumentos a favor, elaborados por los teólogos de turno durante siglos, y las más de las veces farragosos e indigestos, para proclamar, en un tono castizo y españolísimo, que no, ¡qué puñetas!, que ni hablar...
Injusto y muy injusto, claro que sí...
Luego, el pedante, insoportable y cenizo Jean Paul Sartre, (...gabacho tenía que ser...), va, y define al hombre como "una pasión inútil"...
¡No te joroba...!
Claro, que, ahora viene la cuestión...
Si hay un mundo sobrenatural, y consecuentemente eterno..., ¿será capaz el ser humano, ya inmaterial, de soportar semejante carga...?
Hablamos de la eternidad con mucha ligereza...
Y sin saber en qué consiste...
"...si una golondrina rozase la cumbre de una montaña cada mil años, y así hasta trocarla en un llano, Dios seguiría existiendo..."
Y la eternidad también...
Un personaje de Borges, bebió de las aguas de cierto río, y se convirtió en inmortal...
Luego, pasó siglos buscando el preciado líquido de otro caudal que le devolviese su condición humana de ser finito...
Y cuando lo halló, fue feliz...
El buen Buda, se sacó de la manga la reencarnación...
Para hacer menos pesado el eterno saco al hombro, lleno de un tiempo sin principio ni fin...
O quizá vacío de tiempo..., que aún es peor...
Porque el tiempo tiene medida.
La eternidad no.
Una escritor del género mal llamado ciencia-ficción, cuando lo más natural fuese denominarlo de fantasía científica, describe un planeta en el que existe una planta capaz de regenerar a cualquier ser vivo...
La pareja protagonista del relato, tras sufrir una serie de dolorosos percances, es absorbida por la planta en cuestión, y, así, "reciclados", comenzar de nuevo...
Aunque eso ya lo lograba, y muy bien, el legendario James Bond, que tras darse un piñazo con cualquiera de sus artefactos, aparece al momento sin haberse despeinado...
Bueno, pues la pareja de la que hablaba, llega un momento en que se plantea el cansancio de la inmortalidad...
Y caen en la cuenta de que cuando el hastio invadiera sus mentes de manera insoportable, podrían ser reabsorbidos por la planta, y fundirse con ella, y sanseacabó.
Ni recuerdos, ni consciencia, ni nada...
¿Y si la eternidad fuese algo así...?
En ese caso, Buda tendría toda la razón...
Al final, como premio, la Nada...
(Imagen: "La persistencia de la memoria", de Salvador Dalí)
Jorge Luis Borges, en uno de sus deliciosos, profundos y holgadamente eruditos relatos, habla del tigre.
El tigre, dice, es eterno, porque no tiene conciencia de su muerte.
Cumple con las tres funciones básicas de todo ser vivo, esto es, nutrición, relación y reproducción...
Y luego, desaparece de la lista y el número de seres vivientes...
El paramecio, el gorrión, tan familar y atrevido, esa mariposa de brillantes colores, la calabaza del huerto del pueblo..., todos cumplen con los tres requisitos...
Y un día, un día cualquiera, sus constantes vitales se desvanecen...
Y no por ello deja de girar la Luna alrededor de la Tierra, ésta, alrededor del Sol, y éste no se detiene en su peregrinar por la Galaxia...
No creo que con nosotros suceda algo distinto.
Nuestra infelicidad radica en un castigo que es la capacidad de reflexión.
Pensamos, y el hecho de pensar nos convierte en desgraciados.
Para atenuar esta desgracia, o para aprovecharse de ella, los más espabilados de la especie,
hace miles y miles de años, desdoblaron la realidad, que por lo visto les quedaba estrecha, y establecieron una frontera, muy peligrosa por cierto, emtre lo natural y lo sobrenatural, alzándose como portavoces de la última posibilidad...
Cuando apenas tenía seis años e iba al vecino colegio con mi bata de rayas blancas, grises y azules, me sentaba cada tarde, tras la fastidiosa jornada escolar, al lado de mi abuela, mientras
iba rosegando el pan con chocolate, (..."Nestlé", por supuesto...).
Y hablábamos.
Ella, con las gafas próximas a la punta de la nariz, y pendiente de su labor de ganchillo, y yo, atento a los gatos que se paseaban por el muro de la terraza, siguiendo sus divertidos juegos.
Y le preguntaba que quien inventó el tenedor.
"...alguien que no quería pringarse los dedos comiendo macarrones...", respondía...
Hasta que en cierta ocasión, le pregunté que quién había inventado la cama.
Esta vez, me miró, un tanto sorprendida, detuvo un momento su quehacer, pero, enseguida volvió a él, y sin perder la compostura, ni la cuenta de los puntos, dijo:
"...alguien muy listo, hijo mío, alguien muy listo..."
Mi abuela, como todas las benditas abuelas que en el mundo han sido, pasaba olímpicamente de las disquisiciones metafísicas propias de Borges, y daba su versión del mundo y de las cosas en un lenguaje llano y directo...
Aunque, aquella tarde...
En fin...
Bien, pues aceptemos que existe un mundo sobrenatural...
Don Miguel de Unamuno afirmaba que lo contrario sería injusto...
Se saltaba a la torera quintales y quintales de argumentos a favor, elaborados por los teólogos de turno durante siglos, y las más de las veces farragosos e indigestos, para proclamar, en un tono castizo y españolísimo, que no, ¡qué puñetas!, que ni hablar...
Injusto y muy injusto, claro que sí...
Luego, el pedante, insoportable y cenizo Jean Paul Sartre, (...gabacho tenía que ser...), va, y define al hombre como "una pasión inútil"...
¡No te joroba...!
Claro, que, ahora viene la cuestión...
Si hay un mundo sobrenatural, y consecuentemente eterno..., ¿será capaz el ser humano, ya inmaterial, de soportar semejante carga...?
Hablamos de la eternidad con mucha ligereza...
Y sin saber en qué consiste...
"...si una golondrina rozase la cumbre de una montaña cada mil años, y así hasta trocarla en un llano, Dios seguiría existiendo..."
Y la eternidad también...
Un personaje de Borges, bebió de las aguas de cierto río, y se convirtió en inmortal...
Luego, pasó siglos buscando el preciado líquido de otro caudal que le devolviese su condición humana de ser finito...
Y cuando lo halló, fue feliz...
El buen Buda, se sacó de la manga la reencarnación...
Para hacer menos pesado el eterno saco al hombro, lleno de un tiempo sin principio ni fin...
O quizá vacío de tiempo..., que aún es peor...
Porque el tiempo tiene medida.
La eternidad no.
Una escritor del género mal llamado ciencia-ficción, cuando lo más natural fuese denominarlo de fantasía científica, describe un planeta en el que existe una planta capaz de regenerar a cualquier ser vivo...
La pareja protagonista del relato, tras sufrir una serie de dolorosos percances, es absorbida por la planta en cuestión, y, así, "reciclados", comenzar de nuevo...
Aunque eso ya lo lograba, y muy bien, el legendario James Bond, que tras darse un piñazo con cualquiera de sus artefactos, aparece al momento sin haberse despeinado...
Bueno, pues la pareja de la que hablaba, llega un momento en que se plantea el cansancio de la inmortalidad...
Y caen en la cuenta de que cuando el hastio invadiera sus mentes de manera insoportable, podrían ser reabsorbidos por la planta, y fundirse con ella, y sanseacabó.
Ni recuerdos, ni consciencia, ni nada...
¿Y si la eternidad fuese algo así...?
En ese caso, Buda tendría toda la razón...
Al final, como premio, la Nada...
(Imagen: "La persistencia de la memoria", de Salvador Dalí)
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CuevadelCoco,
la eternidad. 25 de septiembre de 2010
jueves, 23 de septiembre de 2010
Exposición de Alexandra Gapihan, Begira Aula Creativa, Sarriguren
Alexandra Gapihan.
"Le Temps Perdu - Between Oceans".
DIBUJOS Y MEDIOS MIXTOS.
Del 10 de septiembre al 15 de octubre de 2010.
Begira Aula Creativa.
Pl. del Lago, 6, bajo.
Sarriguren.
Conocí a Alexandra Gapihan el curso pasado, y fue un breve encuentro, aunque muy positivo. Se entusiasmó con el taller de grabado, e incluso realizó una plancha al aguafuerte, fugaz incursión por este medio de expresión plástica, aunque espero que no sea la única...
He visitado su exposición, y, aunque no amplia, sí cargada y plena de intensidad.
Acuarelas, dibujos, "experimentos" más que experiencias...
Lo primero que sorprende, al lanzar la primera ojeada sobre su obra, son sus dibujos, realizados al carboncillo, con una asombrosa facilidad e impecable técnica.
Con ellos, se traslada sin esfuerzo, desde el microcosmos del ala liviana y tenue de un insecto, hasta su autorretrato, universo personal e íntimo, para llegar al macrocosmos de la figura de expresión desgarrada que sostiene a una criatura en brazos.
El grito de dolor de la humanidad sufriente. Alexandra, yo no sé si ha sido consciente de su denuncia a través de la plástica, me inclino a creer que sí...
Superada la primera impresión, pronto, la magia, la sensibilidad, el amplio espectro de vías y posibilidades, se adueñó de mí sin esfuerzo.
Una obra, que, de forma gozosamente inevitable, se cuela por los sentidos y llega al corazón...
Aparte los trabajos académicos, que considero justo y necesario mostrar, todo el conjunto de su "otra" obra, muestra a una joven artista , que describe el mundo que la rodea a través de su propia retina. Sí..., de su propia retina...
Y esto..., sí..., esto ya es un milagro, en este mundo donde hasta el arte, en muchas más ocasiones de las que se se debieran producir, está deshumanizado, perdiendo el contacto con la realidad,
que, entiéndase bien, no es la realidad/parecido, sino la unión de la obra creada con el universo...
Es un hecho gozoso, reitero, el pasear la vista por superficies y texturas, y descubrir que la naturaleza está ahí, en forma de granos de arros, de leves primeras capas de cebolla rosada, o de hojas "del árbol caídas".
Comunión de la artista con el universo natural, tangible, cercano a ella.
Las pequeñas acuarelas son un auténtica delicia, una caricia para el alma, un reposo en el camino,
duro camino de la existencia, porque invitan a sentarse en un recodo y meditar, meditar a travéz de su contemplación.
El mundo interior de Alexangra Gapihan es rico, y además, luminoso y limpio...
Su contacto con la vida es sincero, auténtico, y lo trasluce en el especial cariño que pone en la elaboración de cada superficie, desde la primera mancha, hasta el resultado final...
Un universo exquisito, radiante de sensibilidad, de deseos de comunicar todo cuanto la hace feliz, para que los que contemplen sus creaciones, sean felices también al participar de su concepto estético.
Tiene toda la vida por delante...
Y yo le diría..., o me atrevería a decirle: No cambies tus ojos, no cedas ante nada, no hagas concesiones, y sé siempre la misma, mejorando día a día con el mismo esfuerzo, cariño y sensibilidad con que trabajas ahora...
El arte es un fin en sí mismo...
No pienses, Alexandra, sino en ser feliz con lo que haces...
Todo lo demás, vale muy poco.
Adelante, a través de lo imposible...
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Lecturas y relecturas...
"La piel del tambor", de Arturo Pérez-Reverte.
Un libro que merece más de una lectura...
La verdad es que, invita a la reflexión. Creo que es el más profundo y apasionante de cuantos ha
producido este prolífico escritor.
A partir de una trama policíaco-clerical, y perdón por la broma, nos conduce a cuestionarnos
problemas religiosos, siendo la fe el eje de todas las consideraciones.
Lorenzo Quart, el sacerdote fiel a la regla, fiel a la disciplina aceptada, obediente servidor de sus superiores, va a tener que replantearse su, hasta ahora, "intachable" conducta, y tendrá que tomar partido por la causa que ha sido encargado de demoler..., o de poner las cargas "explosivas" para facilitar la labor de minado...
En realidad, la conclusión a la que llegamos es la de que la religión tiene como finalidad el consuelo, por encima de la fe y otras muchas cosas...
El decorado, la ciudad de Sevilla, descrita con maestría de buen conocedor.
Un libro que recomiendo encarecidamente a todo buen lector.
No quedará defraudado...
De verdad que no...
¡Adiós, José Antonio...!
Todo pertenece al tiempo...
Creemos que algo es nuestro, nos agarramos con uñas y dientes a ese algo, que puede ser una casa, un libro, un coche, un animal de compañía, una cuenta en el banco, una persona amada, y
no..., de nuestro nada...
Sólo es un préstamo que el tiempo ha tenido a bien concedernos...
Luchamos por poseer algo...
Y lo obtenemos...
Pero sólo es una broma que el tiempo nos hace, para que nos forjemos ilusiones...
Tu casa, que mi hijo y yo visitamos cierto día, ese salón lleno de libros y recuerdos, ese vitrina donde guardabas tus apreciadas guitarras, de las que mi hijo no sabía separar la vista...
También eran un préstamo del tiempo...
Tú mismo, para nosotros, eras una concesión del Señor Tiempo...
Y te has ido...
Seguramente te has ido al lugar que bien te merecías...
A un lugar libre, sereno, en calma...
A un lugar donde seguirás pensando, cantando, escribiendo, viajando, y gozando de una libertad sin fin...
Tal vez la eternidad sea eso...
Aquí, queda tu recuerdo de luchador, tu imagen un tanto cervantina y de hombre de bien...
Aquí queda el recuerdo de tu dignidad...
De tu indiscutible bonhomía...
Y tu afán por la libertad..., reflejada en canciones, escritos, y actuaciones en el campo político...
Pero, sobre todo, y lo digo ya por tercera y última vez, tu carisma de hombre bueno...
Adiós, José Antonio...
Tienes toda una eternidad por delante...
Disfrútala...
Te lo mereces...
Creemos que algo es nuestro, nos agarramos con uñas y dientes a ese algo, que puede ser una casa, un libro, un coche, un animal de compañía, una cuenta en el banco, una persona amada, y
no..., de nuestro nada...
Sólo es un préstamo que el tiempo ha tenido a bien concedernos...
Luchamos por poseer algo...
Y lo obtenemos...
Pero sólo es una broma que el tiempo nos hace, para que nos forjemos ilusiones...
Tu casa, que mi hijo y yo visitamos cierto día, ese salón lleno de libros y recuerdos, ese vitrina donde guardabas tus apreciadas guitarras, de las que mi hijo no sabía separar la vista...
También eran un préstamo del tiempo...
Tú mismo, para nosotros, eras una concesión del Señor Tiempo...
Y te has ido...
Seguramente te has ido al lugar que bien te merecías...
A un lugar libre, sereno, en calma...
A un lugar donde seguirás pensando, cantando, escribiendo, viajando, y gozando de una libertad sin fin...
Tal vez la eternidad sea eso...
Aquí, queda tu recuerdo de luchador, tu imagen un tanto cervantina y de hombre de bien...
Aquí queda el recuerdo de tu dignidad...
De tu indiscutible bonhomía...
Y tu afán por la libertad..., reflejada en canciones, escritos, y actuaciones en el campo político...
Pero, sobre todo, y lo digo ya por tercera y última vez, tu carisma de hombre bueno...
Adiós, José Antonio...
Tienes toda una eternidad por delante...
Disfrútala...
Te lo mereces...
lunes, 20 de septiembre de 2010
Un encuentro casual...
Fue...hace muchos años...
Cierta tarde de verano de principios de los ochenta, visité a Angelita Abós en su casa de Jaca.
¡Cuál fue mi sorpresa, al encontrarme allí a José Antonio Labordeta..!
Todavía recuerdo que, Angelita, me presentó a dos o tres amigos que también estaban en la misma tertulia, y luego dijo: "...y aquí está José Antonio, que no necesita presentación..."
Me tendió la mano, sonriendo, y no supe qué decir, salvo lo que se dice en estos casos...
El tiempo, que todo lo va envolviendo en su neblina, ha difuminado los contornos del recuerdo de aquella tarde...
¡Ay, el tiempo..!
Calderón de la Barca, D. Pedro, bien lo sabía cuando escribió "La vida es sueño"...
Cierta tarde de verano de principios de los ochenta, visité a Angelita Abós en su casa de Jaca.
¡Cuál fue mi sorpresa, al encontrarme allí a José Antonio Labordeta..!
Todavía recuerdo que, Angelita, me presentó a dos o tres amigos que también estaban en la misma tertulia, y luego dijo: "...y aquí está José Antonio, que no necesita presentación..."
Me tendió la mano, sonriendo, y no supe qué decir, salvo lo que se dice en estos casos...
El tiempo, que todo lo va envolviendo en su neblina, ha difuminado los contornos del recuerdo de aquella tarde...
¡Ay, el tiempo..!
Calderón de la Barca, D. Pedro, bien lo sabía cuando escribió "La vida es sueño"...
José Antonio Labordeta: "Regular, gracias a Dios"
Su último libro...
Donde rememora su infancia, su juventud, su vida en las diferentes facetas de su quehacer...
Un libro que emociona, porque está escrito con el corazón en la mano...
Con absoluta sinceridad...
Con algo de ironía, que nunca le faltó...
Y con su habitual sentido del humor...
Donde rememora su infancia, su juventud, su vida en las diferentes facetas de su quehacer...
Un libro que emociona, porque está escrito con el corazón en la mano...
Con absoluta sinceridad...
Con algo de ironía, que nunca le faltó...
Y con su habitual sentido del humor...
José Antonio Labordeta, actuación en directo en Jaca, otoño de 1976
Puede que fuese en el otoño de 1976...
Labordeta, sentado en una banqueta alta, y sólo con su guitarra...y su voz, por supuesto, nos cautivó a todos...
El escenario..., uno de los dos casinos de Jaca...
No lo recuerdo bien...
Ese año, presentó su segundo "lp", (ahora se diría "su segundo trabajo"...).
"Cantes de la tierra adentro"...
Recuerdos, emociones, ilusiones juveniles rotas, y siempre, siempre..., un incontenible deseo y una irrefrenable voluntad de denunciar la injusticia, de mejorar el mundo..., no de cambiarlo, que bien sabía de lo utópico, pero sí de mejorarlo, que fuese un lugar para vivir y morir en paz...
Labordeta, sentado en una banqueta alta, y sólo con su guitarra...y su voz, por supuesto, nos cautivó a todos...
El escenario..., uno de los dos casinos de Jaca...
No lo recuerdo bien...
Ese año, presentó su segundo "lp", (ahora se diría "su segundo trabajo"...).
"Cantes de la tierra adentro"...
Recuerdos, emociones, ilusiones juveniles rotas, y siempre, siempre..., un incontenible deseo y una irrefrenable voluntad de denunciar la injusticia, de mejorar el mundo..., no de cambiarlo, que bien sabía de lo utópico, pero sí de mejorarlo, que fuese un lugar para vivir y morir en paz...
"Cantar i callar..."
"Cantar i callar", fue el primer disco de José Antonio Labordeta.
Antes, había dado algún que otro recital, bastantes las verdad, sobre todo para amigos y alumnos, en lugares como el salón de actos de un instituto, o donde se terciaba...
Escuché este disco, editado por "Le chant du monde", en los comienzos de la primavera de 1974.
Todavía lo conservo, con algún clis-clás, de tantas veces como se habrá reproducido, no sólo por mi, sino por mi hijo y sus amigos...
La primera vez, ya me dejó una huella agridulce, ácidoamarga, y una sensación de que el corazón se me encogía y que las lagrimicas estaban a punto de escaparse...
Sobre todo con "...siempre te recuerdo vieja..."
La primera canción, me pareció dura, seca, auténtica, un grito angustiado, producto de las arcillas turolenses donde su autor paraba por entonces...
Tenía algo de la jota del Bajo Aragón, sin adornos ni florituras, poco dada a sentimentalismos ni
concesiones a la galería...
Una jota dura para ser cantada por hombres duros y sufridos...
Y todas las canciones de ese primer disco de José Antonio, contenían un toque de desesperanza,
de clamor por una vida justa y digna, de orgullosa y cabreada resignación ante la naturaleza...
El hombre del campo, aun sin saberlo él mismo, suele ser panteísta...
Y el agricultor turolense, todavía más...
La naturaleza es el Dios de estas gentes..., de estas buenas gentes...
Acudirán a la iglesia os domingos, pero en el fondo de su corazón, a quien temen y a quien imploran, es a la naturaleza misma, dueña y señora de de sus vidas...
Pocas veces amable, y siempre destructora de sus ilusiones...
Y este espíritu de lucha, de combate perdido de antemano, es el que inspiró a nuestro cantautor...
Aquella primavera de 1974, y a los pocos días de la audición de su "lp", lo escuché en directo...
Creo que fue en el salón de actos del Instituto "Domingo Miral", de Jaca, propiciado por María Luisa Bailo y Angelita Abós, ambas profesoras mías en el bachillerato...
¡Qué tiempos, José Antonio, qué tiempos ilusionados, por el inminente cambio...!
Adiós a José Antonio Labordeta...
Emocionado adiós a José Antonio Labordeta...
Inevitable no emocionarse ante la pérdida de un hombre que, sin dudarlo, ha formado parte de nuestras vidas...
Como cantautor, como escritor, como poeta, como viajero, como profesor, como político...
A su manera, ha sido un hombre del Renacimiento...
Y ya no está...
Todo el país, al margen de credos y tendencias, ha tenido afectuosas y tristes palabras de recuerdo...
Porque, José Antonio, sabía hacer las cosas con dignidad, y esa dignidad se traslucía en sus gestos, en sus frases, en su modo de hacer y actuar...
Inspiraba respeto, no por su aparente seriedad, sino por su digna actitud, que de ello daba lecciones allí donde iba, allí donde estaba...
Este blog, con todos sus componentes, se une al muy humano dolor de su familia, y les acompaña
muy sinceramente en su pesar por tan triste pérdida...
domingo, 19 de septiembre de 2010
Vuelve el Coco...
...tras una larga ausencia..., tras un tiempo que parece no haber existido..., ¡vuelve el Coco!
Vuelve, un poco confuso, un poco cansado, un poco desilusionado...
Pero vuelve...
Hoy, comienza una nueva andadura...
Hoy, 19 de septiembre...
...postrimerías del verano...
(¿Quién se ha llevado mi verano...?)
...vuelve el coco...
...y sus amigos...
...que el otoño nos sea propicio...
...a todos...
Vuelve, un poco confuso, un poco cansado, un poco desilusionado...
Pero vuelve...
Hoy, comienza una nueva andadura...
Hoy, 19 de septiembre...
...postrimerías del verano...
(¿Quién se ha llevado mi verano...?)
...vuelve el coco...
...y sus amigos...
...que el otoño nos sea propicio...
...a todos...
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vuelve el coco 19 de septiembre de 2010
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