Estoy completamente de acuerdo con la política laboral de Gordon Brown.
Primero, los de casa.
Y si se puede, los de fuera, y ya veremos...
Se ha saltado a la torera las directrices de la UE, se las ha saltado elegantemente.
Prometió un trabajo británico para cada trabajador británico, y está imponiendo su criterio.
No ha sentado bien, es la verdad.
Pero, aquí, en nuestro país, tenemos mucho que aprender de esa actitud inglesa.
Este país es un desmadre.
Estamos en crisis y nos metemos a ponerle una querella al estado de Israel en pleno, por todo lo que viene aconteciendo en la franja de Gaza.
Lo siento por los palestinos, pero ya vale de quijotadas.
Lo primero, quitar de en medio todo el barro que se va apoderando de nosotros.
Dejar España limpia y en orden.
Ante todo, el bienestar de los españoles.
Y, no señor...
¡Qué va..!
Claro, enseguida se sale con aquello de la xenofobia...
Mire usted, lector: Yo no soy xenófobo, ni racista, ni nada de eso...
Pero si un padre español tiene el cocido justo para su familia, para sus hijos, seguro que no se lo quita a ellos para dárselo a un inmigrante...
Si sobra cocido, ya será otra cosa.
Pero los tiempos que vienen son de cocido justo y garbanzos contados.
Por eso, reitero, deberíamos hacer como Mr. Brown.
Primero, los españoles.
Luego, los demás.
A la larga, todo el mundo saldría beneficiado.
miércoles, 4 de febrero de 2009
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