(Del diario del "Filósofo", amigo del Coco) ... Han pasado muchos años, pero no la olvido...Hoy, 24 de agosto, hubiera cumplido 116 años...Ella me cuidó como si fuera una madre... Una dulce anciana de cabellos grises, que se ocupaba de mí, que me preparaba mis ropas y mi bata de colegial cuando era niño... Que cada tarde, al salir del colegio, se ocupaba de mi merienda, y de que hiciese los deberes...
Se llamaba Gertrudis...
Era cariñosa y buena conmigo...
Hoy, 24 de agosto, he ido a visitar la tumba faliliar... He dejado sobre ella una flores silvestres, una ramitas de boj, y todo lo que he podido encontrar a lo largo del camino...
Lucía el sol esta mañana...
Un sol espléndido...
Y me he quedado un rato allí, pensativo, murmurando una oración, recordando y sintiendo su ausencia...
La montaña, al sur, se destacaba sobre el cielo de la mañana...
Y le he deseado paz, reposo y olvido...
Bendita sea su memoria.
1 comentario:
El tiempo no pasa, amigo. Pasamos nosotros. Gertrudis ya paró el reloj y está ahora en tu memoria. Ya no envejece más.El sol sigue saliendo cada día y la luna crece y mengua y desaparece y nace, pero Gertrudis, como Machado, ya no cambiará.
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