viernes, 30 de agosto de 2024

Recuerdos de verano...









 




Cuando llegaban estos días,
Agosto se había ido desgranando,
sin darnos cuenta.

Y, entonces, sentía una profunda tristeza,
sobre todo, en las tardes de tormenta,
que impedían los últimos paseos.

Los libros, la lectura,
no servían de consuelo...

La casa, poco a poco,
se quedaba desierta.


La abuela,
en su silla pintada de verde,
se entretenía con sus labores de punto,
y, de vez en cuando,
mirando a lo lejos,
a través de ventanal,
suspiraba...

Luego,
reanudaba el rítmico movimiento
de las agujas metálicas,
que entrechocaban entre sí...

Y es que recordaba con nostalgia
las cenas en la terraza,
bajo la parra,
cargada de uvas...

O las comidas familiares
en la gran mesa del comedor,
o las tertulias,
en las que, inevitablemente,
se evocaban viejos tiempos...

Volvîa la soledad...

Y yo, en mi lugar acostumbrado,
sentía ya la proximidad de la vuelta al colegio.

Dichoso colegio...!

Fastidioso colegio...!

El murmullo del pequeño río,
resonaba en mis oídos...

La caricia ardiente del sol...!

Los juegos crepusculares
alrededor del castillo...

Y el pensamiento,
libre de preocupaciones. 

La sombra del colegio,
sus claustros sombríos,
las aulas,  
los largos pasillos,
volvían a ocupar su lugar, 
en nuestras mentes infantiles...









  (Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cueva del coco)

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