No estará mucho tiempo posado en esa rama...
En cualquier momento, desplegará las alas,
y se irá, ¡quién sabe a dónde...!
Y marzo, todavía en su rama,
aunque sea por una horas,
también saldrá volando...
El paso del tiempo nos llena de tristeza.
¡Ay, que los días no vuelven...!
Te recuerdo en esta tarde, que va declinando...
También tuvimos nuestra rama.
Instituto, el descanso a media mañana,
vuelta a las aulas, y a casa.
Te acompañaba hasta tu portal,
un fugaz beso, hasta la tarde,
paso a buscarte, vale, no te vayas aún,
reencuentro antes de las dos horas de clase,
quedamos a la salida, el primero en llegar, que espere,
paseo por el parque, frío, viento frío,
se me saltan las lágrimas con este viento,
dame la mano, ¡qué mano tan fría...!,
y el rumor del agua en la pequeña fuente,
tenemos que volver, hasta mañana...,
un beso precipitado, y otro, y otro,
no me sueltes la mano, no te vayas,
y yo me iba, llevando conmigo
esa última mirada tuya.
Amorosamente traviesa,
prometedora de dulces tardes de junio,
hierba alta, dorada por las luces del ocaso.
Nuestra rama, invisible,
sólo real para nosotros,
avecillas sin alas propias todavía...
(Archivo: cuevadelcoco).
No hay comentarios:
Publicar un comentario