Por fin te vas, enero. Entre tus sombras
he dejado fragmentos de mi alma.
Nada me has dado a cambio, sólo frío
y fantasmales horas vespertinas
envueltas en la niebla. La esperanza
de contemplar el sol, un sueño vano.
Regreso de recuerdos malheridos
arañando con furia las paredes.
Los caminos me esperan. Son amigos
con quienes me despojo de nostalgias.
La caja de cartón del pensamiento,
se torna más ligera. Una sonrisa,
navegando los piélagos del tiempo,
me ha devuelto la paz que tanto ansiaba.
(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración: Mateo Lahoz).
Los caminos me esperan. Son amigos
con quienes me despojo de nostalgias.
La caja de cartón del pensamiento,
se torna más ligera. Una sonrisa,
navegando los piélagos del tiempo,
me ha devuelto la paz que tanto ansiaba.
(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración: Mateo Lahoz).
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