Lirios de mayo, heridos por el tiempo.
Mi soledad destila primaveras.
Alguna nube errante que me invita
a compartir su viaje sin destino.
El camino desierto y su silencio.
Memoria de olvidados peregrinos.
Y yo quisiera verte entre tus rosas,
que milagrosamente retornaban
al amoroso encuentro de tus manos.
Puede que más allá, donde la lluvia
no despliegue sus húmedas cortinas
haya un lugar de sol y de llanuras
a resguardo de vientos invernales,
a salvo de tristezas y de sombras.
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
a resguardo de vientos invernales,
a salvo de tristezas y de sombras.
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
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