viernes, 22 de marzo de 2019

Vincent van Gogh: La Primavera...







"Souvenir de Mauven".
Vincent van Gogh.


La primavera...,
no sólo de poetas y músicos...
También de los pintores...



"Rama de almendro en flor"
Vincent van Gogh.


La breve pero deslumbrante floración,
efímera belleza,
representada en una rama,
paradigma de todos los árboles que florecen,
en cuanto el tiempo es favorable...



Versión de "Souvenir de Mauven".
Vincent van Gogh.


El mismo lugar, el mismo árbol..?
Sí, pero en otro momento,
con una luz distinta,
que lo diferencia...
Como Claude Monet,
ante la Catedral de Ruán...
Nuevamente Heráclito...



Un almendro joven, tierno,
vegetal adolescente,
que quizás florece por vez primera...
Y que contiene rasgos
de xilografía japonesa...



"Campo de lirios".
Vincent van Gogh.

Los lirios, de bíblicas resonancias,
también fugaces,
frágiles y delicados,
con su íntimo aroma,
que, ni el perfumista más experto
ha sido capaz de recrear...



"Floración".
Vincent van Gogh.

El espacio pictórico se expande,
la mirada se pierde en la lejanía,
para luego detenerse
al otro lado de la valla...
No se moverán las montañas,
pero los pétalos, en la siguiente primavera,
ya no serán los mismos...



"Rama de almendro".
Vincent van Gogh.


Lo más sencillo y familiar...




Juego de luces y sombras...
Recorrería Vincent está senda
en más de una ocasión...?



"Camino con luna creciente".
Vincent van Gogh.

Anochecer primaveral,
cuando no existía la prisa...
El ocaso contrasta
con el verde de los campos,
nuevo, fresco, reluciente...
Y la humana presencia
de una pareja de caminantes...
El regreso, tras un día de labor...
Los conoció Van Gogh...?
Seguramente se cruzó con ellos,
al volver a su estudio, o su taller,
llevando consigo el reflejo
de la luz de la jornada...














(Archivo: cuevadelcoco).




domingo, 17 de marzo de 2019

Una tarde de marzo...hace mucho tiempo...







"Primavera".
Jean-François Millet.
Gruchy, Francia, 1814 -
Barbizon, Francia, 1875.


Cuántas veces he contemplado este cuadro de Millet...!

Quisiera recorrer ese camino,
pero ya no sé si existe...

Ese lugar, estará en su sitio,
pero... habrá cambiado tánto...!

Hay pinturas que nos obsesionan,
que se apoderan de nosotros,
que, desde el primer día
que posamos en ellas la mirada,
ya es imposible olvidarlas...

Jorge Luis Borges, habla del "zahir",
algo que llena el pensamiento,
que centra nuestra atención...,
y desde entonces...estamos perdidos...!

Borges, habla de un astrolabio-zahir...

Hubo que arrojarlo a lo más profundo del mar,
porque se adueñaba de la mente de los hombres...

Es "zahir" esta "Primavera" de Millet...!

No lo se, pero de tanto en tanto,
siento la necesidad de contemplarla...

Y siempre descubro algún detalle nuevo, 
algún aspecto en el que no había reparado,
incluso alguna emoción que no había sentido...

El arcoiris, sobre las nubes de tormenta,
es un mensaje de esperanza...

Los frutales, floridos, 
sugieren la primavera, el retorno de la vida,
el comienzo gozoso de un nuevo ciclo...

Al fondo, una muralla de verdor,
caricia y descanso para la vista...

Y el camino...!

Esa senda que nos devuelve a nuestros años jóvenes,
cuando éramos andarines incansables,
y nuestros pies volaban...

Quizá, lo que nos invade es la nostalgia,
la nostalgia de un tiempo en el que vivimos en paz...

Esa paz de cada día, tan necesaria...














(Archivo: cuevadelcoco).

Tres imágenes estereoscópicas para expertos...







Imagen 1.




Imagen 2.




Imagen 3.




En las tres imágenes, la dificultad no esta en la primera visión, sino en la obtencion de una segunda, y, si es posible, una tercera.














(Archivo: cuevadelcoco).


viernes, 15 de marzo de 2019

Una gran imagen estereoscópica...







Espectacular!!!

Una gran profundidad!!!

He logrado, incluso, 
una segunda imagen,
todavía más sorprendente!

Es cuestión de intentarlo...















(Archivo: cuevadelcoco).

miércoles, 13 de marzo de 2019

Poesía...cada día...








"El sueño".
Ilustración de Mateo Lahoz.


Tal vez la primavera fuera un sueño,
efímero pasar de nubes blancas.
Tus manos, como nieve derretida
se alejaron de mí. Tiempo y distancia.

El viento en los jardines susurraba
viejas canciones, pálidas de olvido,
y entre las frondas, cálidos latidos
de ruiseñores ávidos de estrellas.

Fueron sueños también aquellas tardes,
de libros bajo el brazo y solitarios
paseos que la lluvia interrumpía...?

Quizá las viejas calles nos recuerden...
A dos adolescentes que se amaban
  envueltos en la luz de los ocasos.














(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración: Mateo Lahoz).














martes, 12 de marzo de 2019

Vampiros, brujas y hombres lobo. 4







El Profesor Van Helsing,
interpretado por Anthony Hopkins,
en "Drácula", de Francis Ford Coppola.
Película de 1992.


El Profesor Van Helsing, 
es el antagonista del Conde Drácula.

Quien intenta que la "enfermedad",
la plaga que Drácula proyecta extender,
sea contenida y vencida.

Van Helsing conoce todo, o casi todo,
sobre los vampiros y sus características,
su poder y fortaleza,
y sus debilidades.

Un "no muerto", está sujeto a normas estrictas.
No puede caminar bajo el sol,
como cualquiera de los humanos.
Sólo actúa durante la noche.

Tiene la fuerza de doce hombres,
y horror a los crucifijos,
una cualidad demasiado occidental y eurocéntrica,
pero Abraham Stocker vivió en una sociedad
apegada al cristianismo.

Los ajos repelen a los vampiros,
y también la flor del rosal silvestre.

En realidad, se trata, una vez más,
de la eterna discordia entre el bien y el mal.

Los antiguos persas,
crearon esa bifurcación de valores,
cuando concibieron el antagonismo
entre Ahura-Mazda, representación del bien,
 y Angra Mayniu, o Ahriman,
que habitaba en el lado oscuro.

Ormuz y Arimán,
son los nombres con los que hoy los conocemos.

Rudolf Steiner, habla de Arimán
como el equivalente de Lucifer.
Luz y Sombras, Infierno y Cielo.
Y Zoroastro lo supuso generado
por los pensamientos negativos de los hombres.

Drácula, es fácilmente identificable con el mal.

El "Nosferatu" de Murnau,
ha sido considerado como una profética advertencia
sobre los tiempos de violencia y de muerte que siguieron.

Pudiera ser, triste es reconocerlo.

Van Helsing es el adalid de la luz,
aunque observemos en él un exagerado individualismo.
Su seguridad se basa en sus conocimientos,
y en la radical aplicación de un estricto protocolo.
Conoce las limitaciones del vampiro,
y los espacios prohibidos,
dónde jamás puede entrar,
a riesgo de autodestrucción.

Stocker, no pudo imaginar que su héroe
llegaría a convertirse en una caricatura,
un personaje de Marvel.
















(Archivo: cuevadelcoco).











Las cartas nunca enviadas...






"Palabras viajeras".
Obra de Mateo Lahoz.


"Cuánto tiempo hace que no escribes una carta...?
Antes, escribías muchas...
Sobre todo a tu amigo, 
el que se marchó a estudiar fuera...
Y cuando llegaba una carta suya,
no la abrías inmediatamente,
la guardabas y esperabas un momento propicio,
quizás la noche, 
en la soledad de tu habitación...
O dabas un paseo hasta ese lugar
donde contemplabas el valle,
y sus interminables ocasos...
Había un bosque de pinos,
no era muy extenso, 
pero allí, te sentías en paz...
Y leías, no sólo la de tu amigo, 
también las de esa chica...
Sí, esa que te gustaba tanto,
y que te quería...
Se fue con su familia, a tierras de Levante...
Y las cartas de tu tío preferido,
siempre con su sentido del humor,
que te hacía reír con sus comentarios...
Escribías cartas, 
meditando cada frase,
buscando la palabra apropiada,
el término preciso,
desplegando tu ingenio...
Qué cosas se decían en las cartas...!
No era una comunicación precipitada...
Ahora...buscas lo rápido, lo inmediato,
que no te hace feliz...
Sabes que en una caja, 
entre recuerdos olvidados,
hay sobres abiertos, con sellos
que marcan fechas perdidas...
Y también, en hojas sueltas,
cartas sin terminar, que nunca deslizaste
al misterioso interior de los buzones...
Y que jamás viajarán a su destino...
Hace ya tanto tiempo...!"
















(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración: Mateo Lahoz).



sábado, 9 de marzo de 2019

Poesía...cada día...








Nunca te dije adiós, porque no existen
palabras que mitiguen despedidas.
El primer sol de invierno acariciaba
tus cabellos dormidos todavía.

Silencioso solsticio. Desolada
mañana, tras las horas convertidas
en magico cristal incandescente.
Nada pude decir. Las avenidas

cubiertas por la nieve, me esperaban
con sus falsos destellos. Yo sentía
nostalgia de irritantes primaveras.

y ocasos entre frondas perfumadas
por céfiros amables. Lejanía.
Y ese amargo sabor de toda ausencia.














(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).











Andanzas escolares: La Cuaresma...





De pronto, una mañana, cuando nos llevaban de las aulas a la iglesia del colegio,
hallábamos los altares y todas las imágenes, cubiertos por enormes telas moradas. 
La iglesia, de por sí sombría entre semana, se tornaba aún más severa, menos acogedora e incluso revestida de un cierto tinte fantasmal.
Hasta los crucifijos de los altares, con una especie de fundas semejantes a pequeñas mitras.
Miércoles de Ceniza. Comienzo de la Cuaresma. El padre celebrante, al término de la Misa, se colocaba en la balaustrada del altar, e íbamos pasando, siempre en orden, y con cara de circunstancias, para que nos trazara una cruz de ceniza en la frente. Con la mano izquierda, sujetaba la bandeja, y con la derecha, iba tomando pequeños pellizcos cenicientos, mientras que al tiempo de su imposición, murmuraba, en latín, la fórmula que recordaba la fugacidad de la vida. 
Todos, muy serios, retornábamos a nuestros bancos, y de allí, a las aulas de nuevo, para proseguir las clases.
A pesar de nuestra breve edad, ya estábamos bien imbuídos de liturgia, teoría y práctica, y pocos ritos eran ya capaces de sorprendernos. La liturgia adquiría gran importancia, y, de hecho, a fuerza de practicarla, la sentíamos de forma tan natural, como lo fueran la Geografía, los sólidos regulares o la Gramática Española. Adviértase que digo española, no castellana...
En casi todos los grados, había siempre un elemento, entre ácrata y burlón, que, tomando polvo de tiza de la pizarra, se dedicaba a remedar la imposición de la ceniza, si el padre titular del curso, se ausentaba durante unos minutos.
No creo que la Providencia se enojara por algo tan trivial. Pero...el padre regresó y sorprendió al travieso emulador marcando cruces en las frentes. 
El chorro de collejas que recibió en premio a sus servicios litúrgicos extras, lo disuadió de una vez por todas, y no volvió a reincidir durante los años que permaneció en el colegio.
Comenzaban también los consabidos ejercicios espirituales, que nos liberaban un tanto de la carga escolar. No sé hasta qué punto influían en nosotros. De principio a final, la amenaza de un castigo eterno, era el centro y eje del discurso. A veces, me pregunto por la causa de esa concepción terrible y vengativa de Dios, y no encuentro respuesta. Más que un acercamiento a la Divinidad, aquellas jornadas producían un inevitable sentimiento de rechazo. De forma inconsciente, pero rechazo a fin de cuentas.
Y es que, todo ser humano, ama la bondad  y se aparta de cuanto le produce temor.
Escolares habituados a peroratas de la misma índole, nuestra atención se desvanecía muy pronto, y el pensamiento prefería vagar por las orillas del pequeño río, en busca de las ranas más tentadoras, siempre difíciles de atrapar. O vagabundeos parecidos, que tenían como denominador común, el ansia de espacios abiertos, de sol, de libertad.
Los viernes, la ensalada rusa era objeto de veneración. Qué rica sabía! Y qué pronto desaparecía del plato!
Avanzábamos por la senda de la Cuaresma, envueltos en un crescendo, cuya intensidad aumentaba conforme se acercaba la Semana Santa.
Mientras, los paños morados, seguían ocultando imágenes y altares.
Pan y chocolate para las meriendas, en vez de las sabrosas viandas habituales. Aunque el queso tampoco estaba mal. El caso es que el bocadillo vespertino recibía los honores correspondientes.
Quizás no comprendiéramos el significado del tiempo cuaresmal. La verdad es que nunca nos lo explicaron. Entonces, se trataba de vivirlo "por inmersion", de la misma manera que se aprende mejor un idioma yendo directamente al país donde se habla la lengua elegida.
No era una estrategia desacertada, no...!
Hoy, la Cuaresma tiene un significado más claro y esperanzador. Tiempo de reencuentro, camino hacia la luz.
En aquellos años, esta visión amable y reconfortante, era una verdadera utopía, un sueño imposible...














(Archivo: cuevadelcoco).


















domingo, 3 de marzo de 2019

Poesía...cada día... Confesiones. 1.







"Anochecer de invierno"
Obra de Mateo Lahoz.


Confesiones. 1.

He pasado un tiempo duro y anguloso,
inhóspitas esquinas, 
tardes de carretera y hospitales,
con sus pasillos y ascensores,
húmedos de luces irreales.

Y, en medio, la Navidad,
que imaginé distinta.

El reencuentro con mi hermano,
después de largo tiempo,
sombras añadidas y recuerdos agridulces.

Quisiera consolarme
pensando que fue un sueño
de calles desoladas y horas tristes.

Pero todo fue real, palpable, crudo,
escarcha entre mis dedos,
que aún no se ha fundido.

Ha pasado el tiempo, lentamente,
imágenes de días descarnados,
y todavía, todavía hay tristeza
que cuesta despegar del pensamiento.

Camino hacia la primavera, como todos,
confiando en su luz, 
amable y bienhechora.

Aunque si miro atrás, agujas frías,
que pretendo evitar.
Y un eco de cristal en la memoria.
















(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: Mateo Lahoz).

Poema para el comienzo de marzo...








No nos engañemos... todavía en invierno...

Quizás marzo haga ostentación
de galas primaverales...
El camino, aunque más suave,
aún no ha concluído...

Pueden llegar vientos crueles,
que nos obliguen a refugiarnos
de nuevo en nuestras conchas,
caracoles ciudadanos,
que habitamos espacios,
desde donde vemos, siempre incompletas,
porciones de realidad tras los cristales...

Se acelera el corazón, 
la impaciencia nos empuja hacia las calles...

Hay sol, hay luz, y gratos mediodías...

Pero es invierno...con sus manos heladas...

De momento, las lleva en los bolsillos,
como un paseante más...

Cuál es el rostro del invierno...?

O lleva una máscara...

Tras ella, un rostro que tirita,
que no nos quiere bien...

Una vez más..., no nos engañemos...

Mientras se desprenden y vuelan apacibles
los primeros pétalos, 
doliente alegoría de lo efímero,
vayamos con cuidado...

Pero mientras, a pesar de todo,
gocemos de la luz, templadas brisas,
y ese incipiente verdor de las riberas...

Mañana...nunca se sabe del mañana...!














(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).






Huyendo de la soledad...







Ancianos japoneses en prisión, por propia voluntad.


La soledad es terrible...

Llega un momento en la vida de cualquier ser humano,
en el que, el agujero negro de la soledad,
lo absorbe por completo...

A partir de cierta edad,
una persona, hombre o mujer,
siente que su mundo se ha desmoronado,
que su pequeño y familiar universo,
simplemente, ya no existe...

Los hijos se van, los nietos pasan de todo...

Y ese ser humano, 
se apaga lentamente, envuelto en sus recuerdos,
en esa telaraña cada vez más tupida,
de la que, un día,
es imposible escapar...

Quién tiene la culpa...?

Pues...la sociedad entera,
que hace causa común con la política "de apartheid",
de todos los gobiernos...

Un anciano, no es alguien venerable, sino molesto...

La sociedad lo ve así, y el Estado lo corrobora...

Me ha impactado la noticia
de que los ancianos japoneses,
cometen delitos para no estar solos...

Buscan seguridad, compañía, protección,
cuidados que no tienen "fuera"...

La prisión es su concepto de libertad...

Porque la ciudad, la calle, son entornos agresivos,
ante los que se sienten indefensos,

Cometer delitos para vivir en prisión 
es denunciar que el mundo exterior no los quiere,
los rechaza, los abandona...

Ay, la soledad...!

Quién no recuerda al gran Pepe Isbert,
en "El cochecito"...?



"El cochecito".
Cartel de la película.
Don Anselmo Proharán, (Pepe Isbert),
llega a un momento crítico:
La losa de la soledad,
está a punto de caer sobre él,
aniquilándolo, hurtándole su derecho
a la felicidad compartida...

Envenena a su familia,
no por venganza, sino porque es el obstáculo,
la barrera que le impide integrarse en un grupo de amigos,
todos minusválidos...y con "cochecito"...

Los ancianos japoneses,
no se lo toman tan a la tremenda...de momento...

Sus delitos los llevan a pasar una temporada
en esa prisión-refugio,
que es ahora su casa...

Y vuelta a empezar...!

Veremos esto mismo algún dia,
en esta catástrofe de sociedad,
en la que no queda más remedio que vivir...?

Quién sabe...!
















(Archivo: cuevadelcoco).