Las lluvias de septiembre y esos cielos
de grises algodones y horizontes
cerrados a la luz... Ansia de viajes,
de inciertas lejanías... En los sueños
camino por ciudades legendarias,
de calles soñolientas, cuyos nombres
evocan vieja plata ennegrecida...
Y siempre voy buscando alguna huella,
de un tiempo que se fue. Pleno de rosas
que aromaban el fuego del ocaso.
Los vientos nunca fueron favorables.
Deshicieron la magia de los días
llevándose en sus manos la esperanza
de hallar viejos caminos olvidados...
(Archivo: cuevadelcoco).
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