Me río, me carcajeo, me doblo de pura risa,
cuando, alguien se pone a perorar
sobre la libertad de expresión...
Y es que, quien todavía crea
que la democracia, la Constitución,
y otros aspectos determinantes
de lo que conocemos
como "estado de derecho",
realmente existen,
realmente existen,
vive, sencillamente,
en las nubes...
Porque, lo que hoy sufrimos,
es una censura solapada,
una censura que se conoce como
"...lo políticamente correcto...".
¡Inteligente disfraz...!
"¡Cuidado!"
"!Eso no se puede decir!"
"¡Ojo!"
"¡Que puedes ofender a tal o cual sector!"
Y así, sucesivamente...
Retornamos,
como dice el amigo "Hymphame",
del blog "Entusiasco",
a bajar la voz,
a dejar los comentarios para ocasión más propicia,
es decir, cuando estamos en una cierta intimidad,
y, a salvo de pabellones auditivos
poco dignos de confianza...
¡Todo el mundo hace oreja!
En "aquellos tiempos",
la censura mostraba sus herramientas
sin ningún recato...
Censura en el cine,
censura en el teatro,
censura en TV...,
aunque, con dos cadenas,
e hipercontroladas,
poco había que hacer...
Y censura en diarios,
semanarios,
y todo tipo de publicaciones...
Hace tiempo que vivimos en democracia,
o eso nos quieren hacer creer...
Pero, cuando alguien se sale por la tangente,
inmediatamente le echan los perros encima...
Cuando alguien expresa sus dudas
sobre alguna cuestión determinada,
le azuzan los perros
en una fracción de segundo...
Luego, está esa estupidez,
esa hipotrofia mental, social y política,
que, ¡oh, dolor!,
se conoce como "buenismo"...
¿Qué es el buenismo...?
No se sabe, a ciencia cierta...
Podría definirse como una actitud,
obligadamente receptiva,
(hacia todo hecho,
nacional o extranjero),
que conlleva una forzada empatía,
sin pararse a pensar en las consecuencias...
El Arzobispo de Valencia,
por el simple hecho de usar su libertad de expresión,
fue puesto en la picota
por los medios informativos...
¡Y no dijo nada de particular!
Sólo expresó sus dudas,
como hacemos todos,
pero con el pensamiento...,
que, a más...,
pocos se atreven...
Vivimos rodeados de eufemismos...
Demasiados eufemismos...
(Puede mirarse en "Wikipedia...)
El caso es, que la mordaza, se va haciendo
más y más incordiante,
más y más represora...
¡Pobre democracia...!
Término que está en boca de todos,
y que, cuando es más necesario,
nadie pone en práctica...
¡Lo políticamente correcto...!
Un absurdo, un contrasentido,
un desatino más,
que resulta un claro indicio,
de que nuestra democracia,
a fuerza de vueltas de tuerca,
se está pasando de rosca...
Y el día que se quiebre,
bien la tuerca,
bien el tornillo...,
¡que nos cojan confesados...!
(Archivo: cuevadelcoco).
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