"Horizonte 2".
Y yo pensé en el mar aquella tarde...,
las doradas arenas de mis sueños...
Un cálido sopor nos envolvía,
irrealidad doliente de tu cuerpo.
Pensé en el mar amado y en la orilla
donde trenzaba el agua su lamento
y con la tibia brisa, a mi memoria
volvió la inmensidad del primer beso.
Lejano atardecer apasionado,
colmando de caricias el silencio.
La nave levó anclas y el olvido
llenó de soledad el viejo puerto.
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: Filósofo).
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