La clásica pajarita...
Todos hemos hecho pajaritas de papel...
D. Miguel de Unamuno,
por lo visto,
era un auténtico experto...
¿Quién me enseñó...?
Fue un compañero de curso...,
en una tarde de principios de julio...
Allá por el año 60...
¡Ufffffffff...!
Desde entonces,
he hecho cantidad de pajaritas,
y he enseñado a hacerlas...
Lo que nadie sabe,
es que,
ya en 1º de Bachiller,
y a punto de entrar en el mes de mayo,
El Padre Cuidador,
nos sorprendió a un compañero y a mí,
durante el último tiempo de estudio de la tarde,
justo antes de salir,
en la intrincada y grata labor,
competitiva además,
de ver quién hacía antes su pajarita...
El domingo por la mañana,
tras la Misa,
nos sentó en dos pupitres separados,
y, puesto que tanto nos agradaba
la papiroflexia,
dijo que a la hora de comer volvería...,
a ver quién había hecho más...
Al perdedor...,
¡bueno...!,
por el gesto que hizo,
le podían caer todas las plagas de Egipto a la vez...
Cuando vino a buscarnos,
las pajaritas llenaban las mesas aledañas,
muchas habían caído al suelo,
y, nosotros,
teníamos los dedos medio entumecidos y torpes,
de tanto doblar y desdoblar...
Sus carcajadas,
podían oírse desde cualquier lugar del colegio...
Las metió en una caja de cartón,
y se las llevó...
Nosotros,
cariacontecidos y humillados,
nos fuimos a nuestros respectivos domicilios,
porque era ya la hora de comer...
Como se suele decir...
"Quien hace un cesto, hace ciento...!"
Con las pajaritas sucede lo mismo...
(Archivo: cuevadelcoco).
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