"El caballo de Troya".
Según un grabado antiguo.
¡Ay, los griegos...,los griegos...!
Todos recordamos el viejo dicho latino:
"Timeo graecos et(iam) dona ferentes".
Temo a los griegos, aunque traigan regalos...
El "et", es una contracción de etiam...
Homero, en la Ilíada, habla del astuto Odiseo,
al que conocemos con el nombre de Ulises.
¡Menudo pillo esta hecho!
Quiso librarse de ir a la guerra,
arando un campo sembrado de sal,
para que lo tomaran por un chiflado...,
pero no le salíó la jugada...
Para no aplastar a su hijo con la yunta,
desvió el arado,
y se descubrió el pastel...
Más cabreado que un mono, tuvo que partir,
dejando las comodidades de su hogar,
y, sobre todo, dejando muy atrás,
las placenteras noches con su adorada Penélope...
La añagaza de todos conocida,
el regalito del caballo de madera,
le salió bordada..., eso sí...
Pero el cabreo no se lo quitó nadie...
¡Cómo eran los griegos...!
¡Y todo por una mujer...!
Para que luego digan las féminas...
Hoy, los descendientes de aquel estropicio,
no tienen muchos regalos que ofrecer...
Sólo las sonrisillas conejiles
de su descorbatado ministro de Economía,
cuyo paso por las altas esferas helenas,
me recuerda un cuento que leí de niño:
"El cohete presumido"...
Que subió más alto que los tejados de la ciudad,
dejando una estela de luminosas chispas,
hizo ¡pum!,
y fue a parar luego al fango de las afueras...
¡Si no podía ser...!
La Merkel no comulga con ruedas de molino
desde hace mucho tiempo...
Y los "ferentes" o "presentes",
que sólo fueron buenas palabras,
por muy adornadas que estuvieran,
no colaron, no...
O pagan y se atienen al juego,
o, por lo menos, siguen las reglas
que marca la buena señora,
coreada por sus acólitos,
o se van a hacer puñetas...
Y eso de que los rusos estaban al quite,
pues..., no sé..., no sé...
Que también las han visto de todos los colores...
Mientras, los dioses olímpicos,
"que en olímpicas moradas habitan",
como solíamos decir en el segundo bachiller,
rama letras,
no dan muestras de favorecerlos...
También estarán de vuelta de todo...
¡Ni caballitos de madera,
ni discursos floreados...!
Van tirando...,
como pueden...
Algo debe quedarles del ingenio odiseico...
Pero sólo tirando...
¡Ay, pobrecillos griegos,
que no tienen parné ni para "ferentes"...!
Pero..., ¡cuidado!,
al fin y a la postre,
recordemos eso de "timeo graecos..."
¡Por si acaso!
(Archivo: cuevadelcoco).
Todos recordamos el viejo dicho latino:
"Timeo graecos et(iam) dona ferentes".
Temo a los griegos, aunque traigan regalos...
El "et", es una contracción de etiam...
Homero, en la Ilíada, habla del astuto Odiseo,
al que conocemos con el nombre de Ulises.
¡Menudo pillo esta hecho!
Quiso librarse de ir a la guerra,
arando un campo sembrado de sal,
para que lo tomaran por un chiflado...,
pero no le salíó la jugada...
Para no aplastar a su hijo con la yunta,
desvió el arado,
y se descubrió el pastel...
Más cabreado que un mono, tuvo que partir,
dejando las comodidades de su hogar,
y, sobre todo, dejando muy atrás,
las placenteras noches con su adorada Penélope...
La añagaza de todos conocida,
el regalito del caballo de madera,
le salió bordada..., eso sí...
Pero el cabreo no se lo quitó nadie...
¡Cómo eran los griegos...!
¡Y todo por una mujer...!
Para que luego digan las féminas...
Hoy, los descendientes de aquel estropicio,
no tienen muchos regalos que ofrecer...
Sólo las sonrisillas conejiles
de su descorbatado ministro de Economía,
cuyo paso por las altas esferas helenas,
me recuerda un cuento que leí de niño:
"El cohete presumido"...
Que subió más alto que los tejados de la ciudad,
dejando una estela de luminosas chispas,
hizo ¡pum!,
y fue a parar luego al fango de las afueras...
¡Si no podía ser...!
La Merkel no comulga con ruedas de molino
desde hace mucho tiempo...
Y los "ferentes" o "presentes",
que sólo fueron buenas palabras,
por muy adornadas que estuvieran,
no colaron, no...
O pagan y se atienen al juego,
o, por lo menos, siguen las reglas
que marca la buena señora,
coreada por sus acólitos,
o se van a hacer puñetas...
Y eso de que los rusos estaban al quite,
pues..., no sé..., no sé...
Que también las han visto de todos los colores...
Mientras, los dioses olímpicos,
"que en olímpicas moradas habitan",
como solíamos decir en el segundo bachiller,
rama letras,
no dan muestras de favorecerlos...
También estarán de vuelta de todo...
¡Ni caballitos de madera,
ni discursos floreados...!
Van tirando...,
como pueden...
Algo debe quedarles del ingenio odiseico...
Pero sólo tirando...
¡Ay, pobrecillos griegos,
que no tienen parné ni para "ferentes"...!
Pero..., ¡cuidado!,
al fin y a la postre,
recordemos eso de "timeo graecos..."
¡Por si acaso!
(Archivo: cuevadelcoco).
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