No me gustan los jardines repulidos...
Prefiero aquellos
donde apenas se notan
las manos de su dueño...
Incluso los abandonados...
Los intencionadamente abandonados...
El sol de aquella tarde
tornaba transparentes
las tiernas hojas nuevas...
¡Aliento del jardín...!
Delicado perfume,
deliciosamente caótico,
de la vida
que en ti se renueva...
Dedicado a Teresa.
(Archivo:cuevadelcoco
Imagen:mirarlook/cuevadelcoco).
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