Muros y caminos...

 

MUROS Y CAMINOS...

 

(Del "Diario del Filósofo", amigo del Coco).

 

 

 

"Hace veinticinco años, un  9 de noviembre, cayó el muo de Berlín.

 

Más que "cayó", debiera decir se abrió,

 

sus puertas de acero permitieron por fin la entrada y salida

 

de los berlineses orientales,

 

tras un cuarto de siglo de incomunicación,

 

que supuso una lamentable degradación de sus vidas

 

en todos los sentidos...

 

Tengo algo confusos esos momentos...

 

Al día siguiente,

 

los medios de comunicación de todo el mundo,

 

proporcionaron amplia información,

 

que no dejó de producirnos asombro, sorpresa y alegría...

 

Luego, el muro fue derribado...

 

de sus ciento cincuenta y cinco kilómetros,

 

apenas quedan dos,

 

para que sirvan de testigo

 

de una época oscura, de matices siniestros

 

y de vergonzosa privación de la libertad...

 

"El muro de la vergüenza".

 

¡Cuántos muros se han levantado,

 

y cuántos han caído,

 

o han dejado de ser un obstáculo,

 

una barrera...!

 

Y... ¡cuántos persisten todavía...!

 

Visibles e invisibles...

 

Estos últimos, unos trazos en los mapas,

 

que determinan hasta dónde se puede llegar...

 

Dónde termina una forma de pensar,

 

una ideología,

 

y comienza otra, generalmente opuesta a la anterior...

 

Muros, peredes, rejas, fosos, alambradas...,

 

cuando lo que se necesita son vías, puentes, caminos...

 

Por el aire, por el agua, por la tierra...

 

¿Comprenderemos esto alguna vez...?

 

Pero... ¿lo comprenderemos de verdad...?

 

Un muro, una pared,

 

deber servir de abrigo,

 

de protección contra las inclemencias del tiempo,

 

e, incluso, para ofrecernos su sombra

 

en una calurosa tarde de verano...

 

Y los caminos,

 

sean del tipo que sean,

 

para que la buena voluntad,

 

la solidaridad y la hermandad entre los hombres,

 

lleguen a todos los confines del planeta,

 

que, invariablemente,

 

sigue girando alrededor de un sol,

 

situado en una de las ramas exteriores

 

de una galaxia

 

como hay tantas en la inmensidad del universo...

 

¡Ya vale de mirar al suelo...!

 

Y más a las estrellas,

 

de las que, aunque sólo sea por un humilde átomo,

 

cada uno de nosotros formamos parte...

 

¡Benditos los caminos,

 

las rutas,

 

todas las vías

 

que unen y no separan...!

 

¡Benditos...!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Archivo:cuevadelcoco.

Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).